9 de noviembre de 2010

Caleseros defienden su actividad

Mientras quienes propugnan porque desaparezcan las calesas jaladas por caballos en Cozumel aseguran que se trata de una imagen contraproducente para la isla, los involucrados en el negocio de los carruajes afirman que se cumple con todas las disposiciones que han ordenado las autoridades de ecología y control animal en el ayuntamiento y que ellos son los más interesados en cuidar la imagen de la isla.
Para los que se oponen a los carruajes, es del conocimiento de muchos el sinfín de quejas que a través de los años turistas han enviado (al gobierno municipal) sin que éstas hayan sido escuchadas, muchas de ellas con comentarios tan drásticos como “No regreso a Cozumel”, al igual que los accidentes (de calesas) en los que turistas han salido lesionados, afortunadamente sin muertes que lamentar hasta ahora. Cuando un turista le cuestiona al calesero el estado de los caballos es sabido que estos les contestan groseramente. Si las calesas realmente fuesen un atractivo turístico como algunas autoridades han alegado nos preguntamos el por qué no tienen la demanda que otros servicios turísticos tienen, al ser el precio del servicio bastante accesible. (Lo que se evidencia con las horas que pasan paradas las calesas en espera de un servicio) muy sencillo, simplemente porque el turista no lo encuentra atractivo debido al deplorable estado de los caballos, los comentarios negativos que circulan en Internet con respecto al tema y el sinfín de campañas que existen a nivel mundial en contra del abuso y la explotación animal.
Sentimos que sería mejor promoción para la isla el ser un ejemplo para el mundo al igual que Londres, París, Toronto, Oxford, Beijing, Delhi, Tel Aviv, entre otras ciudades que ya han prohibido el uso de las calesas.
Existen otras opciones de transporte que podrían sustituir a las calesas, con menos riesgos para la comunidad, inclusive menos costos de mantenimiento como son los conocidos pedicabs (bicitaxis), las calesas motorizadas, los cocos (mototaxis muy populares en Cuba) o las famosas “pulmonías” como en Mazatlán (pequeños carritos motorizados y abiertos), que inclusive serian más atractivos al turista”, aseguran.
Según sus detractores, como las calesas han sido llamadas al orden muchas veces y según ellos no han acatado las recomendaciones, piden de plano se les aplique la ley y se les cancelen las concesiones y se les impida circular.

Hablan caleseros

Ante tal severidad, uno de los principales empresarios de estos carruajes, José Julio Azcorra, afirmó vía telefónica que hay mucha “injusticia” en las acusaciones de quienes se oponen a las calesas, de cuya existencia recordó que viven muchas familias.
A bote pronto y a reserva de ofrecer este mismo martes una información más amplia, el empresario dijo que tanto él como otros dueños de carruajes, han estado bajo una intensa vigilancia por parte del municipio y que se han cuidado de cumplir lo que se les pide para evitar estos cuestionamientos.
Negó que los animales estuvieran sobre explotados y afirma que sí se les da el suficiente descanso y una vida aceptable para un animal de trabajo, de lo cual se cercioran inspectores del municipio.
Este martes, los caleseros ofrecieron mostrar físicamente los corrales y los equipos que utilizan.

fuente: Por Esto!

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