5 de noviembre de 2010

Piden la cancelación de calesas

La organización Horses Without Carriages International en conjunto con el grupo “No calesas en Cozumel”, están solicitando al gobernador del estado y al presidente municipal, la cancelación de las concesiones o permisos de las llamadas calesas o calandrias ante el maltrato a los animales e iniciaron a través de Internet, una colecta de firmas que avala esta petición.

Según exponen en un documento enviado a los representantes de los medios de comunicación, han enviado electrónicamente al gobernador del estado y al presidente municipal, al igual que al cabildo de Cozumel, una carta solicitando la cancelación de las concesiones o permisos de las llamadas calesas o calandrias.

Dicha petición ha sido publicada también en internet para la colecta de firmas en el sitio http://www.thepetitionsite.com/8/ban-horse-drawn-carriages-in-cozumel/.

En el contenido de la misiva refieren: “durante años se ha tenido conocimiento de los abusos de los que son víctimas los caballos que jalan las calesas, la historia de estos caballos es del conocimiento de muchos: son comprados a muy bajo precio ya que son caballos viejos, cansados y enfermos, es decir, en la última etapa de sus vidas”.

Evidente es a simple vista el deplorable estado de salud en que los tienen, es común ver caballos con espuma en la boca, sudados, agotados, lastimados, enfermos y en varias ocasiones, han desfallecido o fallecido en medio de la calle. Estas son las escenas diarias que vivimos los isleños y los turistas, esta no es la imagen que queremos dar al mundo, la imagen de una sociedad insensible e incivilizada.

Preocupante es el final que tienen estos animales ya que son un instrumento económico; al enfermarse el animal no es redituable para los dueños el darles el tratamiento adecuado para su recuperación, es más barato dormirlos o dejarlos morir y comprar otros; en ocasiones inclusive son vendidos para carne de consumo humano, con el riesgos que esto conlleva para los consumidores. Cabe mencionar que realmente no hay un control fidedigno de sanidad al ingresarlos a la isla ni periódicamente; arriesgando a la población en general a enfermedades de fácil transmisión al humano.

Turísticamente hablando, es preocupante la imagen de maltrato animal que estamos dando al mundo y la repercusión que esta tiene al estar afectando los intereses de empresarios e inversionistas quienes realmente crean fuentes de trabajo, al igual que de muchísimas personas las cuales también viven del turismo, y quienes sí se preocupan por cuidar al turista. El negocio de unos, no es el negocio de todos. Es del conocimiento de muchos el sin fin de quejas que a través de los años turistas han enviado sin que estas hayan sido escuchadas, muchas de ellas con comentarios tan drásticos como No regreso a Cozumel, al igual que los accidentes en los que turistas han salido lesionados, afortunadamente sin muertes que lamentar hasta ahora. Cuando un turista le cuestiona al calesero el estado de los caballos es sabido que estos les contestan groseramente. Si las calesas realmente fuesen un atractivo turístico como algunas autoridades han alegado nos preguntamos el por qué no tienen la demanda que otros servicios turísticos tienen, al ser el precio del servicio bastante accesible.

En resumidas palabras Esta industria está afectando turísticamente a la isla. Sentimos que sería mejor promoción para la isla el ser un ejemplo para el mundo al igual que Londres, Paris, Toronto, Oxford, Beijing, Delhi, Tel Aviv, entre otras ciudades que ya han prohibido el uso de las calesas. Esta probado que las calesas lejos de ser una tradición o atracción son un peligro para los automovilistas, ciclistas, motociclistas y peatones al igual que obstruyen al tráfico impidiendo el libre tránsito de vehículos de emergencia sin dejar a un lado el abuso y la explotación animal, por estos motivos existen campañas en ciudades de todo el mundo para prohibirlas.

Existen otras opciones de transporte que podrían sustituir a las calesas, con menos riesgos para la comunidad, inclusive menos costos de mantenimiento como son los conocidos pedicabs, las calesas motorizadas, los cocos (muy populares en cuba) o las famosas pulmonías como en Mazatlán, que inclusive serian más atractivos al turista.

Cabe hacer mención que la organización Horses Without Carriages Internactional son una coalición de organizaciones e individuales en todo el mundo con el propósito en común de exponer la injusticia, crueldad y lo inhumano de la industria de las calesas.

Fuente: El Quintanarroense

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