Luego de recibir una denuncia anónima sobre presuntas anomalías en el muelle fiscal de la isla, la Apiqroo Cozumel desestimó las acusaciones al no encontrar sustento para afirmar que exista un fraude con los brazaletes que amparan el pago del uso del muelle, la revisión de las embarcaciones o el alegato de que el encargado del muelle suele presentarse en estado de ebriedad, todo lo cual fue considerado como una venganza contra esta persona, derivada de diferencias que pudiera tener fuera del trabajo.
Según la Apiqroo en Cozumel, las denuncias de corrupción en el muelle San Miguel que un anónimo hizo llegar el domingo por medio de un correo electrónico a diversos medios de comunicación del estado y a la dirección general de la Apiqroo en Chetumal, podrían deberse a un ajuste de cuentas personal contra el director del muelle, Pedro León.
El domingo por la tarde-noche, un correo electrónico firmado por “Anónimo” llegó a las principales redacciones de los medios que se publican en el estado y al correo personal de Román Quian Alcocer, director general de la Administración Portuaria Integral de Quintana Roo, Apiqroo, en el cual se hacía una serie de señalamientos por supuestos actos de corrupción cometidos por personal de la Apiqroo en Cozumel, encabezados por Pedro León León, encargado del muelle fiscal San Miguel, una terminal con un tráfico de 3 millones de pasajeros al año y un promedio de más de 8 mil 200 al día.
Además se incluyó una foto en la que se ve a Pedro León con dos personas más y con dos cervezas sobre un mostrador del muelle, con lo que “Anónimo” asegura que se bebe en horas de trabajo de manera constante.
Igualmente se asegura que un vigilante llamado David “recicla” los brazaletes de pago que da la Apiqroo a quienes abordan lanchas en ese muelle y que se los vende por su cuenta a los lancheros.
Finalmente, dice el anónimo que otro vigilante de nombre Paul, cobra 50 pesos por cada persona arriba del cupo autorizado que deja subir a una lancha turística y que lo hace en nombre de la Capitanía de Puerto.
Ante todo ello, se acudió a las instalaciones de la Apiqroo y al propio muelle fiscal, donde todas las personas consultadas se negaron a confirmar o respaldar estas versiones.
Por su parte, Víctor Vivas González, representante de la Apiqroo en la isla, aseguró estar al tanto de las acusaciones porque “en cuanto esto llegó a las manos del director Román Quian, él me ordenó personalmente que investigáramos lo que estaba sucediendo”.
De acuerdo a Vivas González, Pedro León se reconoce en la foto, pero aclara que esa imagen fue tomada el pasado domingo 15 de mayo, cuando acudió al muelle siendo su día de descanso para ver si algo se ofrecía, ya que se estaba llevando a cabo el torneo de pesca.
Las dos personas que aparecen en la foto son trabajadores de una empresa de servicios turísticos que opera en el muelle y efectivamente estaban bebiendo una cerveza.
Sin embargo, “era su día de descanso, la cerveza está en la mesa, no en su mano y si se presentara ebrio a trabajar (Pedro León) ya lo hubiera reportado así alguno de los miles y miles de cozumeleños que usan el muelle y nadie nunca se ha venido a quejar de él en ese sentido en los catorce años que lleva trabajando en el muelle”.
Vivas González se dijo dispuesto a dilucidar cualquier acusación seria que se presente con elementos de prueba y de manera abierta “porque no estamos hablando de narcotráfico o algo por el estilo como para que se haga desde el anonimato” y se dijo dispuesto a sancionar a todo elemento que así lo merezca “pero con pruebas, no basado en un anónimo”.
Acerca del “vigilante David” dijo que éste se llama David Rendón García, pero consideró muy complicado que pudiera “reciclar” los brazaletes como se le acusa porque esos brazaletes, de los que mostró varios ejemplares, además de estar foliados, son de papel y están diseñados para romperse si se tratan de despegar una vez utilizados; la única forma de quitárselos de la muñeca es rompiéndolos y según la denuncia se venden “en 10 pesos c/u hasta en lotes de 100”, lo que para Víctor Vivas resulta ridículo porque “diez por cien son mil pesos y los tendrían que repartir entre todos los vigilantes y la persona que lleva la contabilidad de los folios, con lo que les tocaría como de a cien pesos a cada quien” para luego preguntarse “¿crees que arriesgarían su trabajo por cien pesos?”.
Del “vigilante Paul” dijo que se trata de Paul González Sánchez pero aseguró que la Apiqroo no tiene ningún convenio con la capitanía de puerto y que los vigilantes del muelle no tienen autoridad para impedirle a nadie abordar una lancha y menos para bajarla de ella y que eso “todos los capitanes de lancha lo saben” y no se dejarían extorsionar tan fácilmente sin quejarse con él, pues “aquí en Cozumel todos nos conocemos”.
Sin embargo, se manifestó dispuesto a escuchar en su oficina y de manera privada a toda persona que le pueda demostrar alguna irregularidad en el proceder del personal a su cargo, en cuyo caso, “el director general, Román Quian Alcocer, me ha dado instrucciones de proceder como sea necesario porque no vamos a tolerar la corrupción”, aunque en este caso consideró las pruebas muy débiles y atribuyó el anónimo a una venganza de corte personal que “alguien” trae en contra de Pedro León, quien ya fue citado para aclarar las cosas y negó todos los cargos.
A pesar de todo, el departamento jurídico de la Apiqroo hará una investigación interna y si surge algo, “nosotros mismos lo haremos saber a toda la comunidad”, finalizó.
fuente: Por Esto!
1 de junio de 2011
Apiqroo desestimó presunto fraude
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