Marina Fonatur arruina los arrecifes

Siguen las filtraciones de sedimento al exterior de la Marina Fonatur, proyecto que está afectando gravemente a los arrecifes a su alrededor, pero al que no se le puede hacer cuestionamiento alguno porque es un proyecto del gobierno federal, el cual tendría que sancionarse a sí mismo para remediar esta situación.

La Marina Fonatur es un proyecto que se realizó a pesar de que no era compatible con una serie de ordenamientos legales vigentes en aquel momento, ha tenido y tendrá un fuerte impacto ecológico, como lo advirtieron desde el principio diversos ecologistas, y no se le supervisa igual que a los proyectos privados porque es un trabajo que está haciendo el propio gobierno.

Este martes, nuevamente hubo un escape de sedimentos hacia la zona de la Caleta y el arrecife Paraíso, el cual corre el riesgo de desaparecer o quedar seriamente afectados, por estas nubes blanquecinas que salen de la excavación de la marina artificial y contrastan fuertemente con el azul turquesa del Caribe.

Las elegantemente llamadas “plumas de dispersión de sedimentos” salen de la excavación, eclipsan la Caleta y luego son arrastradas al norte, hacia Paraíso, por la corriente dominante.

Todo esto no solamente se advirtió de manera pública a las autoridades por parte de ecologistas de Cozumel como el biólogo Luis Marrón, del Colegio de Biólogos del Estado, la activista Guadalupe Alvarez del grupo ecologista Citymar y hasta el antiguo director del Parque Marino, Robert Cudney Bueno, quien de hecho emitió una opinión técnica contraria a la creación de esta marina artificial en la costa del área natural protegida, pues una obra así está expresamente prohibida en el plan de manejo del Parque Marino Nacional Arrecifes de Cozumel, aún vigente.

La Marina Fonatur tampoco estaba en consonancia con el plan de ordenamiento ecológico del municipio vigente al momento de su aprobación, que al igual que el plan de ordenamiento del parque marino, prohibía modificar la roca costera y la línea de costa en toda esa área; y era también contraria a la ley que protege los manglares.

Igualmente iba contra el sentido común, generalmente una marina se hace ganando terreno al mar y no excavando en la tierra, sobre todo en un lugar de piso calcáreo y hueco, como Cozumel, donde el nivel freático se encuentra muy cerca de la superficie y el agua dulce corre el riesgo de contaminarse o ser desplazada por una entrada masiva de agua de mar.

Sin embargo, como es un proyecto del gobierno federal, apoyado en su momento con todo por el gobierno municipal que presidió Gustavo Ortega (2005-2008) y no cuestionado por los gobiernos siguientes, que de hecho lo presentan como un gran avance para la isla, la Marina Fonatur ha avanzado sin problema alguno y no ha enfrentado, por sus muchos impactos ecológicos, ningún proceso de sanción.
Para que esto sucediera, el gobierno federal tendría que sancionarse a sí mismo, aunque si un particular comete estas faltas, las sanciones sí se aplican.

Lo llamativo en el asunto es que la marina se pudo haber hecho de otra forma, pero como los derechos de explotación de la playa natural le pertenecen (porque se los dio el gobierno) al empresario español Joaquín Haces Calvo, el constructor del original Puerta Maya, los terrenos tierra adentro del Fonatur frente a esa playa carecían de valor y para devolvérselos, en lugar de quitarle a este extranjero una concesión que no usa, prefirieron excavar una marina artificial para revaluar los predios sin importar las consecuencias ecológicas que eso tendría, las cuales ya se están manifestando y podrían ser más graves con el tiempo.

Este aspecto de la obra siempre se disimula y no se habla de él, sólo de los supuestos empleos y beneficios que traería la marina, aunque todo eso está aún en el nivel de las esperanzas y buenos deseos, pues no se ha concretado ninguna inversión importante.

Fuente: Por Esto!