Preocupa a ambientalistas nueva extracción de arena

Mientras en la Riviera Maya ya se empieza a notar el deterioro de los litorales recuperados hace dos años con arena de Cozumel, en la isla crece la preocupación por la posibilidad de que nuevamente sea extraída la arena del talud insular para reparar los daños.

Las dragas que arrasaron con el fondo marino del norte de la isla hace dos años, podrían pronto volver por más arena para las playas de Cancún y la Riviera Maya.

El tiempo que ha pasado desde que más de cuatro millones de metros cúbicos de arena dragada de Cozumel fueron vertidos en las playas de Cancún y de la Riviera Maya, ha provocado pérdidas de arenales de unos ocho metros en promedio, lo cual ya empezó a notarse y ser reportado por turistas y medios de comunicación de aquellos municipios.

Diversas voces sociales y empresariales de Cancún y de la Riviera Maya han empezado a llamar la atención sobre este deterioro y a pedir que el fideicomiso creado para realizar el proyecto de recuperación de playas, se encargue ahora de darles el programado mantenimiento.

El problema para Cozumel es que este mantenimiento se haría nuevamente con arena obtenida mediante el dragado de los mismos bancos en el norte de la isla, en una zona que hasta antes de eso estaba en espera de ser declarada como área natural protegida y sobre la que ahora pesa un permiso de extracción con diez años de vigencia de los cuales solamente han transcurrido dos.

El grupo ambientalista Cielo Tierra y Mar (Citymar) que dirige la cozumeleña Guadalupe Alvarez, es la única organización que sigue en la lucha por derogar ese permiso, para lo que hay abiertos varios recursos legales, pero lo hace con dineros y alcances muy limitados, mientras algunos personajes que hace dos años se opusieron a esto, ahora son funcionarios del gobierno, como Federico Ruiz Piña antes vocero del movimiento contra la extracción de arena y actual coordinador del mecanismo “Agenda 21” para el municipio.

Lo que sigue intacto es el rechazo popular a la posibilidad de seguir tomando a la isla como un mero banco de materiales para reparar las playas de los otros municipios, de cuya bonanza económica la isla apenas si se beneficia de una manera marginal.

Fuente: Por Esto!