23 de julio de 2010

Latente motín en cárcel de Cozumel

Desde marzo de 2008, cuando la cárcel de Cozumel fue puesta en operación, la custodia de los reos quedó a cargo de un grupo de policías que conformaron la Fuerza Interinstitucional Policial (FIP) al mando del militar retirado Pablo Lucio Quiroga Ríos; todos ellos apoyados por un cierto número de elementos de la Dirección de Seguridad Pública. No se ha contratado personal que lo administre, pese a que se anunció que así se haría.

Los presos que la habitan lo hacen en condiciones de sobrepoblación, problema que parece no hay intenciones de resolver por parte de las autoridades. Estas condiciones en el pasado han sido una de las causas del estallido de motines.

Al inicio de la semana, reos al interior del penal de mediana seguridad hicieron llegar información a representantes de medios de comunicación de que se preparaba un nuevo motín.

El día que los presos abandonaron el antiguo edificio de la dirección de Seguridad Pública que funcionaba como cárcel, eran 56 los que ocuparon las nuevas instalaciones al sur de la mancha urbana, colindando con la Zona Industrial.

El penal comenzó a operar con más de un año de retraso, no sin antes salir a la luz pública que dos funcionarios de la Secretaría de Infraestructura y Transporte (Sintra) fueron sancionados por permitir anomalías en la construcción.

La edificación del reclusorio que tiene características de seguridad mínimas, arrancó en 2005 y se invirtieron alrededor de 14 millones de pesos una vez terminada en abril de 2008.

Tres meses después de comenzara a operar, la cárcel ya estaba sobrepoblada. El 10 de mayo del 2009 fue escenario de un motín, el segundo en la historia de esta zona de reclusión.

El 5 de junio del mismo año, la directora de Prevención y Readaptación Social del Estado de Quintana Roo, Verónica May Villanueva, reveló que existía un paquete de 20 millones de pesos para ampliar los penales en la entidad.

El 10% de este monto se destinaría al de la Isla de las Golondrinas para ampliar la capacidad actual al doble.

A más de un año de estas declaraciones, el proyecto de ampliación se mantiene detenido por razones desconocidas.

Fuentes al interior de penal mencionaron que es necesaria la construcción de un mínimo de 10 celdas más para evitar el hacinamiento.

Aunque la titular de Prevención y Readaptación Social ya visitó la cárcel el pasado domingo, lo hizo por la noche quizá en un intento por no responder a los cuestionamientos de la prensa local.

Fuente:Novedades de Quintana Roo

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