La idea de formalizar el decreto de área protegida sin incluir el banco de arena en el norte de Cozumel fue rechazada este lunes debido a que aceptarla equivale a mutilar la integridad del ecosistema que se pretende proteger y con esta medida, el gobierno federal busca únicamente lavarse la cara ante los asistentes a la conferencia COP16.
Además, como apuntaron los propios ecologistas, las lagunas y los manglares del norte de Cozumel, están de hecho protegidos por el artículo 60-TER de la Ley General de Vida Silvestre y por el acuerdo de Ramsar, por lo que realmente requiere ser protegido es lo que no lo está, como el banco de arena.
En el norte de Cozumel, existe un ecosistema que incluye tres grandes lagunas costeras, cientos de hectáreas de manglares y terrenos inundables o humedales, que se conectan e interactúan con el banco de arena llamado Banco Norte y una amplia zona de pastos marinos que se encuentra a su alrededor y en la que también existen formaciones de coral.
Toda esta zona, incluyendo la parte marítima, fue objeto de un estudio detallado por parte de la propia secretaría federal del Medio Ambiente, Semarnat, de científicos como Alfredo Cuarón y de instituciones como los “Amigos de Sian Ka’an”, todos los cuales concluyeron que el banco de arena y todo lo que lo rodea, son parte integrante del ecosistema que se busca proteger.
De hecho, en el mapa original derivado de ese estudio, la parte marítima es mucho más extensa que la parte terrestre, lo que sería revertido con el nuevo trazo que deja afuera toda la parte del banco de arena, en el extremo norte occidental de la isla.
La razón es que el estudio data del 2008, cuando se supone que todo estaba listo para que “a más tardar en un mes” como lo anunciaron autoridades diversas y hasta el propio Felipe Calderón, fuera emitido el decreto de la nueva área natural protegida; sin embargo, para 2009 todo cambió porque debido a la erosión de las playas de Cancún y de la Riviera Maya, se determinó que el material para el enorme relleno saldría de los bancos submarinos, ubicados justamente en esa parte del mar alrededor de Cozumel.
A pesar de las protestas de la comunidad, de las marchas y de los amparos otorgados a los isleños; el gobierno federal aprobó el permiso de extracción de arena por diez años y a finales del 2009 se llevaron ya más de seis millones de metros cúbicos para depositarlos en las playas de los mencionados destinos, donde aún se deslava constantemente y sin remedio.
Para no contraponerse a la vigencia de ese permiso y permitir en el futuro otra extracción de arena es para lo que, opinan los ecologistas de Citymar, se quiere dejar fuera de la zona protegida al banco de arena, algo que según ellos, no se debe permitir, ni siquiera considerando que, de alguna manera, a cambio de eso se estuviera protegiendo el resto de la zona.
“No necesitamos un decreto para proteger lagunas y manglares, esas ya las protege la ley, lo que necesitamos es echar para atrás el permiso de extracción de arena”, concluyen
Fuente: Por Esto!
7 de diciembre de 2010
No a la exclusión del banco de arena
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