“No permitiremos que sigan destruyendo a Cozumel y si tenemos que movilizarnos una vez más, marchar una vez más y dar la pelea una vez más así lo haremos porque no es justo que los gobernantes se asocien con los inversionistas para disponer de la isla a nuestras espaldas como si la isla fuera suya y no de todos los que vivimos aquí” advierte el grupo ecologista Citymar ante el ‘extraño retorno’ del emporio inmobiliario de Donald Trump y su proyecto para la costa oriente de Cozumel, donde “nos van a crear un Guantánamo”, aseguran los ecologistas.
Esto porque de concretarse el desarrollo de Trump, parte de su ‘exclusividad’ consistirá en que los indeseables no se podrán acercar siquiera, empezando por los cozumeleños, pues la costa norte oriental se volvería de acceso controlado.
Al menos así era en el proyecto original “Punta Arrecifes Resort” que en 2007 presentó la corporación Trump en un hotel de Miami junto al entonces alcalde Gustavo Ortega, quien de hecho, durante casi todo su trienio al frente del municipio, impidió el paso de la comunidad a esas playas mandando poner una guardia armada de policías día y noche durante más de dos años y medio, con lo que en los hechos canceló el derecho constitucional al libre tránsito de todos los ciudadanos y su acceso a litorales propiedad de la nación.
El proyecto no se concretó en ese entonces porque la comunidad cozumeleña tuvo una fuerte reacción de rechazo, sobre todo de parte de jóvenes universitarios –de la Uqroo y de los planteles privados- y hasta de aguerridos colectivos de jóvenes “punks” “skatos” “emos”, “darketos” y demás tribus urbanas que también existen en Cozumel y hace cuatro años salieron a dar la pelea.
Ahora, ante el resurgimiento del polémico proyecto, la primera en externar su reacción fue la líder del conocido grupo Citymar, Guadalupe Alvarez, quien advirtió al gobierno municipal que reflexione sus planes, pues vaticinó que las protestas de hace cuatro años se repetirán si nuevamente se intenta “destruir lo poco que le queda a Cozumel y que representa el patrimonio de las siguientes generaciones, el cual los gobernantes no tienen derecho de poner en riesgo”.
Además lamentó que sea justamente Aurelio Joaquín González quien, como alcalde, avale el resurgimiento de este asunto pues recordó que su abuelo, el finado don Aurelio Joaquín Ibarra, (q.e.p.d.) fue un apasionado defensor de la integridad natural de la isla “y siempre tuvo como bandera el rechazo rotundo a la destrucción de Cozumel en nombre de los intereses de los empresarios depredadores del medio ambiente”.
Ante ello advirtió que “ni modo, si otra vez tenemos que marchar vamos a marchar y además haremos todo lo posible por denunciar las intenciones de destruir la costa de (la zona de) Punta Molas” pues recordó que no son nada más leyes municipales o estatales las que prohíben que se toque esa parte de la isla, sino que son ordenamientos de nivel federal los que protegen esos ecosistemas y que esas leyes impiden los planes de construir ahí “aunque tengan dueño los terrenos porque de todos modos están regidos por la ley”.
Insistió en que no se debe permitir que se afecte esa zona ya que es de donde se absorbe de forma natural el agua dulce de la que depende toda la vida en la isla, tiene manglares, lagunas costeras, dunas, es santuario de tortugas y cuenta con extensas colonias de vegetación protegida por las normas oficiales mexicanas “y les guste o no les guste, esas leyes se tienen que respetar”.
Fuente: Por Esto!
20 de mayo de 2011
De ser necesario marcharán y darán la pelea una vez más
viernes, mayo 20, 2011
Citymar, complejo turistico, destruccion de cozumel, Donald Trump, Guadalupe Alvarez, marcharan contra doland trump
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