Parquimetros...Un robo a despoblado

Un robo a despoblado se considera lo que hace la empresa concesionaria de los parquímetros que se aprovecha principalmente de los turistas, quienes sin saber que necesitan pagar antes, se estacionan sobre la avenida Rafael E. Melgar y al regresar después de unos minutos se encuentran con que su automóvil esta inmovilizado y que tienen que pagar una multa, además de que muchas veces tienen que caminar hasta un kilometro para pagar, llevándose una mala imagen del destino.

Desde que se dio a conocer la instalación de parquímetros sobre el malecón de la isla, la comunidad en general se opuso sin embargo, a la autoridad municipal en turno poco le importo vender por 15 años la principal arteria de Cozumel todo con el objeto de llevarse una jugosa tajada, y como una forma clara de demostrar su rechazo en el horario en que funcionan los estacionometros que es de 8:00 de la mañana a 8:00 de la noche de lunes a sábado, evitan utilizarlos ya que el costo por hora es de 12 y los estacionamientos públicos cobra en promedio cuatro pesos menos.

Por lo que en las 12 horas en que están funcionando la avenida luce semi vacía, ya que los únicos que se estaciona son los taxistas al tener asignadas sus aéreas al igual que los de servicios especiales y los caleseros.

Las únicas victimas de esta empresa son los turistas que desconociendo el funcionamiento, se estacionan para bajar a comprar en alguna tienda y al salir se llevan la nada grata sorpresa de que los vehículos que rentaron para transportarse por la ciudad se encuentra inmovilizado debido a que no pago el tiempo a utilizar previamente.

Sin embargo, eso no es todo ya que si tienen la mala suerte de haberse estacionado lejos del parque Benito Juárez, que es donde se encuentra la caseta de cobro de las infracciones, se tienen que trasladar caminando para pagar una multa que va de los 380 pesos en adelante y posteriormente regresar con su recibo de pago, perdiendo tan solo en ese lapso más de una hora que bien utilizarían para visitar mas tiendas y dejar una mayor derrama.

Pero tan solo no dejan más dinero a Cozumel, sino que se regresan a su país con una pésima imagen y con sus comentarios negativos inhiben que otros quieran conocer el destino ya que el poco tiempo del que disponen para vacacionar lo perdieron con una pésima experiencia además de sentirse robados.

Fuente: Quequi