14 de abril de 2012

La historia de Nelson, culpado por matar a una polaca... pero él no la habría asesinado

Nelson Pérez Torres fue detenido en febrero del 2011 por la Policía Judicial de Cozumel y desde el primer momento se le consideró culpable del asesinato de una tripulante de crucero.

Se le mantuvo incomunicado por varios días y durante ese tiempo fue sometido a torturas psicológicas para que se confesara culpable del asesinato de la extranjera.

Las únicas pruebas en su contra son la confesión extraída bajo tortura y que fue denunciada por su abogado, junto con la declaración de un testigo de la fiscalía que semanas después se retractó ante el juez penal de la causa.

Uno de los abogados defensores de Nelson, Bruno Esteban Díaz Solís, habló de que desde el momento de la detención a Nelson se le sumergió en un proceso plagado de irregularidades.

Pero este episodio para Nelson y su familia, quienes llegaron a la isla para trabajar desde hace varios años, aún no termina, pues hay que esperar unos dos o tres meses más para escuchar la sentencia que esperan sea absolutoria.

El 5 de febrero de 2011 paramédicos de una clínica privada hallaron de forma fortuita el cuerpo de una mujer flotando en la orilla de la playa "Tormentos", al sur de isla. El sitio se ubica a unos 11.5 kilómetros de la salida a la carretera costera sur, sobre el carril antiguo.

Después se sabría que era una polaca que formaba parte de la tripulación del crucero Allure of the Seas, de la compañía Royal Caribbean, que había atracado un día antes. Se le identificó como Monika Warsaw Markiewick.

Eduardo Mex Criollo, entonces perito de la PGJ, dijo instantes después de levantar el cuerpo de la escena del crimen que la mujer había sido asfixiada y después lanzada al mar.

Ahí comenzaron las suspicacias del caso, pues 24 horas después el resultado de la necropsia fue que por un fuerte golpe con un objeto en la cabeza, le provocó inconsciencia y después asfixiada al ser dejada en el mar.

Se inició la averiguación previa 37/2011 por el delito de homicidio y hasta ese momento no había sospechosos, pero la presión por parte de la naviera fue grande para resolver el caso.

El mismo vicepresidente de relaciones en el Caribe de la naviera, Michael Ronan, viajó a Cozumel para conocer del caso y exigir que se castigara al culpable.

El 9 de febrero, se filtro desde la Procuraduría General de Justicia que se había detenido a una persona que se presumía estaba relacionada con el asesinato.

Al día siguiente los familiares del quien se supo entonces era Nelson Pérez, protestaron en el malecón por su detención e incomunicación. En su interrogatorio no tuvo asesoría legal.

Aseguraron que fue detenido sin orden de aprehensión desde el 8 de febrero y que se le había torturado para que se confesara culpable.

El presunto asesino trabajaba en un bar a unos 14 kilómetros de donde se encontró el cuerpo de Monika.

La versión oficial fue que había caminado junto con la occisa varios kilómetros desde el bar hasta el sitio en el que se le encontró, pasaron por el muelle en el que estaba atracado el barco que nunca abordó y frente a una cámara de vigilancia del mismo muelle, pero que nunca los captó.

La PGJ vendió la versión que la polaca aceptó la compañía de Nelson con intenciones de intimar y que en algún momento de la cita él se separa de la mujer e instantes después se escucha un grito.

Al volver la encuentra en el suelo respirado con dificultad y la golpeó con una roca para que dejara de sufrir y posteriormente se trasladó en su bicicleta hasta su domicilio y se acostó a dormir tranquilamente. La roca con la que la golpeo nunca fue encontrada en el sitio.

Otra prueba en la que se apoyó la fiscalía fue que mientras estuvo detenido le narró a un compañero de celda, con lujo de detalles, la forma en la que asesinó a la mujer que le superaba en peso y estatura. Nelson tiene problemas de aprendizaje y movilidad debido a una vieja lesión por un accidente.

El testigo, cuyo nombre se omite por razones legales, declaró el 15 de junio del 2011 en el Juzgado Penal de Cozumel que fue obligado por policías judiciales bajo tortura, a firmar la declaración.

Esta versión fue apoyada por el testimonio de un detenido que declaró que Nelson le había confiado que mató a la turista, por lo que el expediente fue consignado ante el Juzgado Penal de Primera Instancia el 11 de febrero, instancia que finalmente le dictó un auto de formal prisión cinco días después.

Ayer uno de los abogados que tomó el caso, Bruno Díaz, expuso que durante el proceso se han expuesto 50 pruebas a favor de su cliente entre las que se encuentran documentales, ampliación de declaraciones, careos, diagnósticos médicos, evaluaciones psicológicas y psiquiátricas.

Habló de la importancia de que el testigo en el que la PGJ basa las acusaciones se halla retractado y revelado que lo hizo bajo tortura.

Los empleados del bar donde Nelson trabajaba declararon que Monika no estuvo ahí el día de su muerte y menos que se haya ido acompañada del acusado quien no habla inglés.

En los exámenes psicológicos y psiquiátricos aplicados a Pérez Torres arrojaron déficit de atención, esto sin contar con su discapacidad física.

Fuente: Novedades de Quintana Roo

0 comentarios: