Este jueves se llevará a cabo una nueva reunión del subcomponente ambiental del Comité de Planeación Municipal, (Coplademun) en la que el tema será el gigantesco proyecto de instalación de aerogeneradores en el otro lado de la isla.
Los miembros del comité, que no se enteraron de la existencia de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto, sino hasta el lunes pasado, tienen que emitir una opinión al respecto para este viernes, siendo que es un legajo de 500 hojas.
Federico Ruiz Piña, encargado en Cozumel del mecanismo de planeación y sustentabilidad ‘Agenda 21’ e impartidor de trascendentes cursos al personal del ayuntamiento acerca de la manera correcta de contestar el teléfono, (no es broma), tenía ya en su poder este documento fechado en mayo de 2012 y no se lo había dado a conocer al resto de los miembros del comité o al menos no a los que era conveniente que lo conocieran.
Por ese motivo, en la anterior reunión del comité se incluyó en el acta una moción para hacerle un apercibimiento al señor Ruiz Piña por retener esta crucial información y para que no pretenda decir después que el extenso documento ya fue revisado por el Coplademun, ya que no ha sido así.
Ahora que algunos detalles del proyecto ya se han hecho públicos, ha empezado a crecer la preocupación en la comunidad por todo lo que se planea a sus espaldas.
La electricidad generada por este gigantesco proyecto no sería para Cozumel, sino para la exitosa y en crecimiento Riviera Maya; si se quisiera apoyar un cambio a la energía sustentable y que la ciudad bajara su huella de carbono (la contaminación que se emite a la atmósfera para sostener un determinado estilo de vida) lo que se debería hacer sería promover que cada hogar y edificio tuviera sus propios sistemas de generación de electricidad solar y por viento, pero a pequeña escala.
Sin embargo, unos aerogeneradores con postes de ochenta metros de altura, (tan altos como un edificio de 30 pisos) con palas de 50 metros de largo, aunque generen electricidad sin quemar combustibles fósiles, tienen otro tipo de impactos indeseables que en un lugar como la isla de Cozumel resultarían simplemente devastadores y no sólo para los animales o los ecosistemas, sino para la calidad de vida de los isleños y para el valor de sus terrenos y su patrimonio, además de que serían el fin de la isla como el destino turístico que hasta ahora ha sido, cancelando su posibilidad de crecer en ese mercado a futuro.
Todo para que los inversionistas extranjeros del “Mexico Power Group” se conviertan en el sustituto regional de la CFE para surtir de energía a la Riviera Maya, haciendo el negocio del siglo a costa de la isla para crear a cambio un puñado de empleos y bajarle un insignificante diez por ciento a la cuenta de luz del ayuntamiento, “piquito” que bien podría terminar en los bolsillos de alguno de nuestros próceres políticos sin que nadie más se diera cuenta y que, en todo caso, no resuelve gran cosa.
La isla en cambio, estaría perdiendo su viabilidad ambiental y económica ante un proyecto de generación de energía que es tan verde y ecológico como la represa de Itaipú en la frontera de Brasil y Paraguay, donde para generar electricidad se inundó un valle entero y se desplazó y mató a miles de animales y hasta a pueblos originarios.
Toda proporción guardada, el efecto de 115 aerogeneradores de tales dimensiones, anclados a 20 metros de profundidad en el suelo (cuando el manto freático del que obtenemos nosotros y la selva el agua necesaria para vivir se encuentra a menor profundidad) que serán visibles a 15 kilómetros de distancia (cuando la isla mide 14 en su parte más ancha) y harán las 24 horas del día un intenso zumbido conocido como “ruido blanco” que crecerá de intensidad con el viento y creará por el movimiento de las aspas una “zona oscura” para todo tipo de señales electromagnéticas (televisión, celulares, Internet, etcétera) a 10 kilómetros a su alrededor; es igualmente devastador para un lugar como esta isla y tendría importantes efectos nocivos sobre su población.
No se sabe todavía cuál será la posición oficial de los miembros del Coplademun que se reúnen este jueves, ni el ayuntamiento ha dado a conocer postura oficial alguna al respecto, ocupados como están el alcalde y los miembros del cabildo, dilucidando si tienen que hacer o no una nueva auditoría y dejando pasar este problema como si no existiera y no fuera tan grave y urgente como es.
Fuente:Por Esto!
5 de julio de 2012
Hoy, nueva reunión del Coplademun
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