Las investigaciones del personal de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) en relación al homicidio de María de Guadalupe Pérez Medina a manos de su esposo Eduardo Isidro Gutiérrez Sánchez, exdirector de Asuntos Internos, quien terminó suicidándose, arrojó como resultado que la mujer recibió una severa golpiza a manos Gutiérrez Sánchez, posteriormente le descargó cinco balazos que le cegaron la vida en tanto que él se disparó un solo tiro en la cabeza. A las 13:30 horas de este viernes se llevó a cabo una conferencia de prensa en las instalaciones de la PGJE a cargo de la coordinadora de los ministerios públicos, Estela Tun Chan, para dar a conocer los resultados de las investigaciones que constan en el acta circunstanciada 30/9-2012 relacionado a un homicidio y suicidio ocurrido el jueves alrededor de las 17:30 horas en una casa habitación ubicada en la Décima avenida entre 2 y 4 norte de la colonia Centro donde rentaba la pareja. En la rueda de prensa participó la perito en criminalística Blanca Aracely Chablé Cabrera, que de acuerdo a los datos recabados en el lugar de los sangrientos hechos, expuso que las autoridades de la PGJE deducen que María de Guadalupe Pérez Medina, de 28 años y Eduardo Isidro Gutiérrez Sánchez, de 40 años, sostuvieron una acalorada discusión sin que se conozca el motivo, en la que según las averiguaciones, Gutiérrez Sánchez, habría subido el volumen de un aparato musical para aislar los gritos que intercambiaban adentro de la casa. Durante los reclamos, la pareja llegó a un reducido pasillo al interior de la misma vivienda, fue entonces que especulan que el capitán retirado se le fue a golpes a su esposa hasta causarle la fractura del tabique nasal, dejándole inflamado y morado el parpado superior e inferior del ojo izquierdo, aunado a que le propinó un fuerte golpe en el labio superior y le produjo un moretón a 20 centímetros debajo del hombro izquierdo. Posteriormente tomó su pistola tipo Smith & Wesson tipo escuadra de color cromado con cacha negra, calibre 9 milímetros de fabricación estadounidense y le descargó a una distancia no mayor a metro y medio tres disparos en la parte frontal del cuerpo cuyas ojivas se incrustaron, una en la palma de la mano izquierda, uno más que le destrozó el dedo anular derecho y uno a la altura del seno izquierdo. Explicó que los disparos que dieron en la mano y el dedo fueron al momento en que la occisa intentó, por reacción, cubrirse al ver que le apuntaron con el arma de fuego. La hipótesis señala que al recibir los tres impactos María de Guadalupe Pérez Medina, se tambaleó y se dio vuelta con la intención de escapar por instinto, pero no avanzó mucho ya que el capitán retirado le terminó por descargar dos disparos por la espalda que se alojaron a unos 50 centímetros debajo del hombro izquierdo, siendo los cinco tiros recibidos los que le quitaron la vida a la mujer al dañarle arterias vitales. La continuación de la hipótesis indica que Eduardo Isidro Gutiérrez Sánchez, sin perder minutos, empuñó su arma con la mano derecha, aunque era zurdo, y se disparó a la altura de la sien derecha, pero al no haber usado la mano izquierda provocó que la bala adquiriera una trayectoria deforme y no lineal que terminó por salirle la ojiva arriba de la cabeza del costado izquierdo con exposición de la masa encefálica, aunque no le produjo la muerte de manera inmediata, sino que falleció instantes después en la clínica privada San Miguel. En las investigaciones salió a relucir que hubo un sexto disparo que se cree que iba dirigido a la hoy occisa pero no dio en el blanco, y un octavo cartucho quedó alojado en la recámara del arma de fuego que quedó tirada junto al exdirector de Asuntos Internos. El cuerpo de la mujer que vestía pantalón negro y blusa de color rosa, quedó a un lado de un charco de sangre que incluso salpicó parte de la pared junto a la cual quedó tirada, en tanto que Gutiérrez Sánchez terminó en el suelo a escasos metros del cadáver de la mujer. Personal del Servicio Médico Forense negó que haya habido una carta póstuma, ya que consideran que los trágicos sucesos se dieron a raíz de una discusión. Entre las pertenencias que levantaron se encuentra el arma de fuego que el Ejército le tenía entregada para su uso a quien también fungía como instructor del Grupo Anfibio de Fuerzas Especiales (Ganfe), el permiso de portación de armas expedido por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), dos teléfonos celulares y documentación personal. Inicialmente se había dicho que Eduardo Isidro Gutiérrez Sánchez, le había disparado tres balazos a su esposa y él se había suicidado disparándose dos tiros debajo de la barbilla, sin embargo, el peritaje dictaminó otro resultado. Fuente: Por Esto!
22 de septiembre de 2012
Saña inaudita, dictamina peritaje
sábado, septiembre 22, 2012
asesinato, Eduardo Isidro Gutiérrez Sánchez, peritaje, suicidios en Cozumel
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