Tres sujetos fueron detenidos vendiendo relojes de imitaciones de marcas conocidas, artículos para computadora y teléfonos celulares inservibles, pero nunca fueron puestos a disposición del Ministerio Público, ya que quedaron en libertad horas después.
Todo inició cuando un ciudadano de nombre Miguel Góngora Montes de 31 años, fue abordado el pasado viernes por un individuo de nombre Humberto González Hernández, para venderle un teléfono celular de la marca Iphone en 2 mil 500 pesos (cuando el valor real de este aparato llega a los 10 mil pesos), bajo el argumento de que se quedó sin dinero y tenía que regresarse a su ciudad de origen.
El comprador se llevó el aparato pero fue grande su sorpresa de que al día siguiente ya no funcionaba, y fortuitamente al salir de su casa a la altura del mercado municipal, vio a Humberto González Hernández, a quien se le acercó para exigirle su dinero; en eso el “vendedor” se echó a correr y se introdujo al hotel Kary ubicado en la avenida Adolfo Rosado Salas con 25 Sur, por lo que el afectado pidió apoyo a la policía.
Al llegar los agentes de la patrulla 7146, solicitaron la colaboración de la gerencia que apoyó a los uniformados y entraron por González Hernández, sólo que se llevaron la sorpresa de que estaba acompañado por Erick Estrada Muñoz, y Jorge Estrada Muñoz, que tenían en su poder una maleta con una máscara de tela, 34 relojes de marcas distintas no originales, 12 teléfonos celulares, 17 cargadores para teléfono, 14 auriculares, 11 cables USB, 22 memorias, dos vales para gasolina, y 3 mil 150 pesos en efectivo.
Los tres fueron detenidos y trasladados a la cárcel preventiva donde quedaron retenidos sólo unos instantes, pues al afectado le devolvieron su dinero y arreglado el problema pagaron su multa y se fueron, ya que nunca fueron puestos a disposición del Ministerio Público del Fuero Común.
Desde la Policía Judicial dicen que la juez cívico Jhuryxy Perera Pérez cayó en esta omisión; en tanto en Seguridad Pública afirman que el ministerio público no quiso recibir a los detenidos con lo que ya no se pudo averiguar si los artículos son robados. Los objetos se quedaron en Seguridad Pública hasta que acrediten su legal procedencia.
Fuente: Por Esto!
Todo inició cuando un ciudadano de nombre Miguel Góngora Montes de 31 años, fue abordado el pasado viernes por un individuo de nombre Humberto González Hernández, para venderle un teléfono celular de la marca Iphone en 2 mil 500 pesos (cuando el valor real de este aparato llega a los 10 mil pesos), bajo el argumento de que se quedó sin dinero y tenía que regresarse a su ciudad de origen.
El comprador se llevó el aparato pero fue grande su sorpresa de que al día siguiente ya no funcionaba, y fortuitamente al salir de su casa a la altura del mercado municipal, vio a Humberto González Hernández, a quien se le acercó para exigirle su dinero; en eso el “vendedor” se echó a correr y se introdujo al hotel Kary ubicado en la avenida Adolfo Rosado Salas con 25 Sur, por lo que el afectado pidió apoyo a la policía.
Al llegar los agentes de la patrulla 7146, solicitaron la colaboración de la gerencia que apoyó a los uniformados y entraron por González Hernández, sólo que se llevaron la sorpresa de que estaba acompañado por Erick Estrada Muñoz, y Jorge Estrada Muñoz, que tenían en su poder una maleta con una máscara de tela, 34 relojes de marcas distintas no originales, 12 teléfonos celulares, 17 cargadores para teléfono, 14 auriculares, 11 cables USB, 22 memorias, dos vales para gasolina, y 3 mil 150 pesos en efectivo.
Los tres fueron detenidos y trasladados a la cárcel preventiva donde quedaron retenidos sólo unos instantes, pues al afectado le devolvieron su dinero y arreglado el problema pagaron su multa y se fueron, ya que nunca fueron puestos a disposición del Ministerio Público del Fuero Común.
Desde la Policía Judicial dicen que la juez cívico Jhuryxy Perera Pérez cayó en esta omisión; en tanto en Seguridad Pública afirman que el ministerio público no quiso recibir a los detenidos con lo que ya no se pudo averiguar si los artículos son robados. Los objetos se quedaron en Seguridad Pública hasta que acrediten su legal procedencia.
Fuente: Por Esto!
