5 de septiembre de 2011

Desarrollo inmobiliario al norte de Mezcalitos

Según el alcalde de Cozumel, la isla ha perdido más de diez mil habitantes en estos últimos años y se vive una profunda crisis económica que, supuestamente, podrá remediarse permitiendo el desarrollo inmobiliario en la zona al norte de Mezcalitos.
Durante la última reunión del comité de seguimiento del Plan de Ordenamiento Ecológico Local, POEL, de Cozumel, el joven político comenzó su alocución a los presentes presumiendo de que, con todo y el oficio político que ha elegido, “lucha por no politizar” los proyectos.

Culpó a “la politización” de que no se haya podido remodelar la zona centro de la isla, aunque no explicó a qué remodelación se refiere pues en diez años, esa área ha recibido tres remodelaciones mayores, una la realizada en el área del parque Juárez cuando Félix González era alcalde, otra la remodelación de la avenida Rafael Melgar cuando gobernaba Carlos Hernández Blanco y la más reciente la modificación de calles y aceras, así como la remodelación de Plaza del Sol durante el gobierno de Gustavo Ortega, obra que aún no acaba de pagarse y que marcó el inicio de la actual crisis financiera del ayuntamiento.

Luego de decir lo anterior el alcalde se dirigió a los presentes para pedirles “el voto de confianza”, pues aseguró que el mencionado proyecto “Punta Arrecifes Resort” y los otros que se presentaron ese día son “la oportunidad” para Cozumel.
Acto seguido, con una sinceridad que no se usa en los discursos oficiales, Aurelio Joaquín admitió que la isla pasa por una profunda crisis en cuanto a su modelo de turismo.

Mencionó que desde hace años los hoteles no crecen ni en cuanto al número de cuartos que ofrecen ni en cuanto al porcentaje de ocupación de los cuartos que ya existen y que incluso el turismo de cruceros va claramente a la baja.

Luego dio un dato que no dijo cómo lo obtuvo pero afirmó que de alrededor de 89 mil habitantes que llegó a tener, la ciudad tiene ahora unos 72 mil, pues se ha registrado una salida de gente provocada por la baja de la actividad turística.
Incluso admitió que él mismo posee como patrimonio familiar una plaza comercial en el centro de la ciudad, donde de 20 lugares disponibles para rentar “tengo seis (ocupados) y casi casi regalados”.

Sabedor de que hablaba ante los integrantes del comité que se supone supervisa el plan de ordenamiento ecológico, se puso lírico al disertar sobre su edad y la del gobernador Roberto Borge, argumentando que por el hecho de ser ambos jóvenes en sus tempranos treintas, todo lo que hacen está impulsado por las mejores intenciones.
“No queremos hacerle daño a Cozumel, créanmelo”, afirmó Aurelio Joaquín, quien parece muy convencido de que la única forma de lograr un mejor desarrollo para la isla, es consentir en lo que hasta ahora tanto se ha evitado, que es permitir el avance inmobiliario sobre la franja de playas al norte de Mezcalitos, donde la yucateca familia Barbachano afirma poseer 12 kilómetros de playa virgen que le interesa desarrollar.

De acuerdo a sus promoventes, se trata de un proyecto que implica invertir “de 600 a mil millones de dólares” en un lapso “de 15 a 20 años” que se llevará por etapas y que no se trata de crear “un Cancún” sino un desarrollo, dicen, equilibrado con respecto al medio ambiente.

Sin embargo, para realizar esa idea en apariencia tan positiva, es necesario modificar una vez más el plan de ordenamiento –pues al parecer aquí no se trata de que los proyectos se ajusten a la ley sino la ley a los proyectos- y siendo algo tan bueno, el alcalde ha tenido incluso que mentir para mantenerlo en secreto, pues cuando se le ha preguntado al respecto siempre ha negado públicamente estar siquiera enterado de estos asuntos.

Fuente: Por Esto!

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