El comité de seguimiento del Plan de Ordenamiento Ecológico Local (POEL) se ha convertido más en una instancia de modificación de este instrumento legal que en un auténtico órgano de supervisión que vigile se cumpla todo lo que ese documento dispone.
Las ocasiones en que el municipio ha convocado al Comité de Seguimiento del POEL ha sido en privado, en lugares remotos y aislados como salones de hoteles y siempre para pedirle a los comisionados que modifiquen el plan para permitir nuevos proyectos.
La más reciente reunión fue el 18 de agosto pasado, en el pequeño salón de juntas de un hotel de la zona hotelera norte de la isla y el objetivo fue pedirle al comité que permitiera las modificaciones que sean necesarias al plan de ordenamiento para permitir tres proyectos, uno que pretende instalar cabañas y otras instalaciones orientadas al ecoturismo en la zona de la Isla de la Pasión, en la cara norte occidental de Cozumel; otro el de las torres de generación de energía eólica en la costa sur oriental y el mega proyecto “Punta Arrecifes Resort” en la costa al norte de Mezcalitos.
En mayor o menor medida, cada uno de estos proyectos contradice uno o varios preceptos del POEL, que de por sí es un plan permisivo que se hizo en el trienio de Gustavo Ortega con la explícita intención de permitir estos desarrollos; pero ni con lo ‘flexible’ que se hizo hace apenas tres años ese documento le alcanza a los desarrolladores para lo que quieren hacer.
En el caso de “Punta Arrecifes Resort” la petición es que se modifique el precepto que les impide a los “desarrolladores” abrir una bocana atravesando la barrera de micro atolones de playa Xa’nan, una maravilla natural única en el caribe, donde están aferrados en crear una marina.
Como el plan de ordenamiento no se los permite, en lugar de adecuar el proyecto a lo que dispone este documento científico, creado a un costo millonario para el municipio por el equipo del conocido biólogo e investigador Alfredo Cuarón Orozco; la solución es simplemente convocar a una reunión del comité y hacerlos votar a mano alzada para autorizar los cambios, de los cuales, los integrantes del comité se enteran en esa misma sesión, sin tener siquiera oportunidad de reflexionar la trascendencia de lo que votan.
De esa forma, se mantiene la apariencia de legalidad pero se subvierte el espíritu y la verdadera función del POEL, documento científico que tiene rango de ley aplicable, y de su comité se seguimiento que actualmente, ha quedado reducido a un mero consejo de notables –dirigentes empresariales, funcionarios y personajes que dicen representar a la ‘sociedad civil’– que sólo son convocados a votar cuando así conviene a los intereses de quienes presentan los proyectos y de sus promotores políticos.
Fuente: Por Esto!
7 de septiembre de 2011
Nulo respeto al POEL
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario