Una ciudadana recibió una llamada telefónica realizada por un supuesto comandante de policía, para decirle que ya sabía que su esposo alertó la noche anterior a la policía de unas camionetas con gente sospechosa que circulaban por la colonia Flamingos, lo cual presuntamente fue atendido y a la postre derivó en un enfrentamiento a tiros entre ambos bandos, y por las pérdidas que se generaron, esta familia debería entregar 30 mil pesos o los entrarían a acribillar en su domicilio.
C.A.D, son las iniciales de una angustiada ama de casa que acudió en compañía de su esposo este jueves alrededor de las 14 horas a la Procuraduría de Justicia del Estado (PJE), a interponer una demanda en contra de quien resulte responsable, en virtud de que este mismo jueves alrededor de las 11 de la mañana, recibió una llamada a su teléfono convencional, realizada por un tal comandante Oscar Martínez de la policía (sin señalar cuál corporación). Por temor a represalias, no quiso ser fotografiada ni proporcionar mayores datos de sus generales, pero accedió a la entrevista.
En dicho contacto telefónico, le informaron a la mujer, que este “comandante”, sabía que el esposo de ella, había telefoneado a la policía la noche del pasado miércoles informando de la presencia de unas camionetas extrañas rondando por la colonia Flamingos, ante lo cual la policía acudió al lugar y al encontrarse con la gente sospechosa se inició un enfrentamiento a tiros y que el saldo de los daños materiales los tenía que cubrir el esposo por haber hecho la llamada, para lo cual debía pagar 30 mil pesos, y de negarse a cumplir los entrarían a acribillarlos a tiros.
Comentó que le dieron a conocer datos fidedignos de su mismo domicilio, como el número y el color de su casa, indicándole que tenían que cumplir la exigencia ya que también a sus pequeños hijos los tenían vigilados en la escuela donde estudian.
De la misma manera agregó que el supuesto comandante Oscar Martínez, la amenazó que si cortaba la llamada enseguida entrarían a acribillarla, y la alterada mujer colgó de inmediato presa de la angustia y marcó rápidamente a una amiga, quien la apoyó solicitando auxilio a la Dirección de Seguridad Pública, dependencia que despachó una patrulla al lugar, pero sin encontrar a nadie sospechoso afuera del domicilio.
El supuesto comandante Oscar Martínez no tuvo tiempo de informarle a la mujer de qué forma le entregarían los 30 mil pesos, ni dónde ni en qué lugar.
fuente: Por esto!
11 de junio de 2010
Extorsiones telefónicas “a la orden del día”
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