Se decidieron por fin a patrullar la zona “protegida” los vigilantes del Parque Marino y se encontraron grandes sorpresas. En sólo un día, detectaron anzuelos de palangre, artes de pesca prohibidas y una lancha de pescadores furtivos que se les dio a la fuga, rescatando a tres tiburones que ya habían “enganchado” los delincuentes ambientales con anzuelos colocados frente a una de las más notables zona de buceo de la isla.
Enfrente de los arrecifes de Maracaibo, al suroeste de la isla, uno de los arrecifes favoritos de los buzos experimentados que visitan la isla, fue donde se encontraron, a media tarde, a los pescadores furtivos, que hasta ahora habían aprovechado la permanente ausencia de los guardaparques.
Tan es así, que estaban pescando a las tres de la tarde, cuando aún hay buzos y quedan unas cuatro horas de luz de sol.
Al respecto del incidente, el parque marino emitió el siguiente boletín de prensa: “Dentro del Parque Nacional Arrecifes de Cozumel aproximadamente a las 3:50 PM del día de ayer 9 de junio, (sic) a la altura de la cordillera Maracaibo los guardaparques observan al inicio y al final de esta cordillera dos boyas, con un palangre de cantil, que cada palangre contiene una boya, 300 metros de cabo, una ancla y 35 anzuelos huachinagueros.
Al llegar al sitio los guardaparques se pegan a la primer boya del lado norte esperando ver a los pescadores furtivos quienes se dan a la fuga, los guarda parques observaron una lancha ballenera borda azul, sin nombre ni matricula.
En la primera boya que se encontraba a 90 pies no se encuentra nada capturado, en la segunda boya también a 90 pies se encuentran 2 tiburones gatas y un tiburón de punta negra o de arrecife.
En esta acción se recuperaron las palangres y se liberaron las especies aun con vida exitosamente. Se han levantado actas a las autoridades correspondientes como Conapesca y Profepa.
El Parque Nacional Arrecifes de Cozumel hace un llamado a todos los pescadores a evitar realizar pesca clandestina dentro del parque, ya que afectan el frágil desarrollo de las especies y esto impacta directamente en el ecosistema marino, que es el motor de la economía cozumeleña”, termina el comunicado, aunque evita advertirles que además, esto es un delito del orden federal que se paga con cárcel.
Esa misma lancha, de la cual en otras ocasiones se han publicado fotografías, ha pescado en el Parque Marino desde hace por lo menos un año y no fue hasta ahora que se empezó a hablar de la poca vigilancia de la zona protegida a raíz del descubrimiento de varias lápidas y epitafios colocados en el arrecife de Palancar, cuando por fin se decidieron los guardaparques a ponerles un alto.
Si la operación no es algo pasajero y los recorridos de vigilancia se hacen todos los días, seguramente aparecerán más sorpresas.
Fuente: Por Esto!
10 de junio de 2010
Sorpresas durante el patrullaje en la zona “protegida”
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