El Ayuntamiento de Cozumel cobra al propietario de una calesa anualmente la cantidad de mil 77 pesos por el permiso de operación, 300 por un tarjetón que expide la Dirección de Medio Ambiente y Ecología y finalmente 280 pesos por los derechos que genera la placa de circulación que expide la Oficina Recaudadora de Rentas.
En contraste cada paseo que ofrecen a los turistas tiene un costo de 50 dólares, que se puede negociar hasta los 40 con los clientes.
Un operador de estas carretas puede hacer un mínimo de tres servicios al día, lo que significan más de mil 300 pesos. Los caleseros trabajan bajo el esquema de sueldo base más comisiones y no gozan de prestaciones laborales.
Datos proporcionados por el regidor Francisco Reyes Novelo, presidente de la Comisión de Ecología y Desarrollo Urbano de Cozumel, indican que hay 16 concesiones otorgadas por el gobierno municipal.
José Julio Azcorra Rejón tiene 10, mientras que José Raúl Alcocer cuenta con tres. El resto está dividido entre otras tres personas. Las concesiones fueron autorizadas desde hace 17 años y se refrendan anualmente. Declinó hablar sobre el monto de los sueldos base de sus trabajadores, que por información proporcionada por ellos mismo, las comisiones se les pagan semanalmente.
Los operadores de las calesas al ser entrevistados, intentaron hacer creer que la comisión para ellos en cada servicio es de 10%. Sin embargo, de forma alterna se pudo saber que esta comisión va del 30 al 40%.
Cuestionados si existía algún tipo de seguro que cubriera accidentes en el que resultaran lesionados los turistas, tanto el funcionario como el empresario respondieron de forma afirmativa, sin embargo, no proporcionaron información sobre la compañía y tipo de cobertura.
Durante los recorridos que se hacen en varios puntos de la ciudad, los caleseros narran y explican los sitios en los que pasea a los turistas, por desgracia, la mayoría de las veces esta información con la que cuentan se apega muy poco a la realidad.
Tampoco cuentan con una credencial y capacitación de guías de turistas que otorgan las autoridades federales de turismo. La mayoría son personas que ante la falta de empleo encontraron en esta actividad la forma de subsistir y llevar alimento a sus mesas, pero por desgracia lo han hecho a costa del sufrimiento, ya documentado, de los equinos.
El convenio firmado con el Ayuntamiento el 5 de julio de este año, sólo ha podido sacar de circulación (y esto de forma temporal) a cuatro de las 16 carretas y caballos por no cumplir con lo establecido en este acuerdo de buena fe y no obliga ni a los concesionarios y operadores a cumplirlo.
Apenas la noche del sábado en las redes sociales la ciudadanía denunció al operador de la calesa 0005, que de forma reiterada y sin problema alguno quebranta el acuerdo.
Esta misma carreta ha sido detenida por lo menos en dos ocasiones en dos semanas, por trabajar fuera del horario establecido y de esto tiene conocimiento el regidor Francisco Reyes.
Novedades de Quintana Roo
22 de agosto de 2011
Deja poco beneficio al Ayuntamiento operación de las calesas
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario