13 de septiembre de 2011

Deficiencias en los trabajos de fumigación

Trabajos a medias de fumigación fueron, aparentemente, la causa de que haya aumentado la población de moscos y se haya propiciado el incremento en los casos de dengue en la isla, denuncian trabajadores de la misma Secretaría de Salud (Sesa).
La información filtrada por el mismo personal de la Sesa, refiere que los trabajos de fumigación hechos antes del brote importante de casos de dengue no fueron supervisados de manera estricta y adecuada, porque cada camioneta debía cubrir una ruta de 80 hectáreas de la población, en un tiempo aproximado de 195 a 200 minutos de trabajo (poco más de tres horas por vehículo), lapso en el cual se debería rociar el insecticida “piretroide Aqua reslin”.

Aunque, según las mismas fuentes, el rociado se llevaba hasta antes de que se presentaran los casos de dengue, bajo un patrón de 90 minutos de cobertura en las 80 hectáreas, es decir, una hora y media por vehículo. Lo que no permitía la eficaz labor del insecticida cuyo costo por cada bote de 20 litros oscila entre los cinco a seis mil pesos aproximadamente.

Relatan las fuentes que para usar adecuadamente este insecticida, debe ser previa calibración de los equipos de nebulización, y que para mayor eficiencia debe llevarse a bordo de camionetas circulando a una velocidad de diez kilómetros por hora para dar tiempo a que las gotas que no deben ser muy pequeñas ni muy grandes puedan hacer el efecto deseado, “pues de ser gotas muy pequeñas, el viento se las lleva y de ser muy grandes, caen con suma rapidez sin el éxito que se busca en la aplicación que debe ser dos por día -una en la mañana y otra por la tarde-”, mencionaron.

De ser cierta esta versión, las campañas de fumigación implementadas previamente no fueron debidamente supervisadas, lo que da a entender que se obtuvo una pobre eficacia en los operativos de nebulización que se llevaron a cabo, y que a la postre derivó en un brote considerable de dengue, que de acuerdo a declaraciones de Dagoberto García, encargado de los vectores, a principios del mes de julio de este año, la única molestia en Cozumel en ese sentido era “producida por moscos de la especie “sorofora” que brotaban cerca del monte y el “culex”, que eclosiona en criaderos o reservorios de agua y ambos son considerados como de molestia sanitaria, pero que no transmiten el dengue, pero si son molestos”.

Hasta la fecha tampoco se aclaró el caso denunciado por parte de una empresaria restaurantera en el sentido de que algunos elementos de Vectores adscritos a la Sesa estaban vendiendo a 200 pesos el litro de este costoso insecticida para fumigar las casas, el cual sólo tenían que disolver la solución en agua y estaba lista para usarse.

Fuente: Por Esto!

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