Lo único efectivo para detener el contagio del dengue es impedir la picadura del mosquito mediante el uso de repelentes, insecticidas y barreras físicas como pabellones y mosquiteros. No existe ningún tratamiento para esta enfermedad.
Ante la alarma que la infección por dengue y su evidentemente alto número de casos este año en la isla, ha quedado también de manifiesto que falta información, no sólo sobre las cifras reales de enfermos y fallecidos, sino incluso sobre lo que es la misma enfermedad.
Mucha gente acude a los hospitales y exige que se les dé un tratamiento específico para el dengue, pero esto no existe.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud: “El dengue es una infección transmitida por mosquitos que causa una enfermedad grave similar a la gripe, y a veces una complicación potencialmente mortal denominada dengue hemorrágico”.
“El dengue aparece en las regiones de clima tropical y subtropical de todo el mundo, principalmente en zonas urbanas y semiurbanas, y aproximadamente un 40% de la población mundial corre el riesgo de contraer la enfermedad”.
La misma organización internacional, integrante de la ONU, dice en su documento público sobre el dengue que “No hay tratamiento específico para el dengue, pero una atención médica apropiada salva con frecuencia la vida de los pacientes con la forma más grave: el dengue hemorrágico” y sentencia, “la única manera de prevenir la transmisión del virus del dengue es la lucha contra los mosquitos que transmiten la enfermedad”.
Por eso, en Cozumel actualmente toda precaución es pertinente para impedir que el mosquito Aedes aegypti penetre en su casa y se reproduzca ahí, pues este insecto es la vía de contagio y se debe evitar su picadura.
El uso de pabellones y mosquiteros o miriñaques, es altamente recomendable, lo mismo que el uso de repelentes e insecticidas disponibles comercialmente como las “plaquitas” o los “killers” o espirales.
Otro dato importante que aporta la OMS en su documento sobre el dengue es que: “El dengue es causado por cuatro virus diferentes, pero estrechamente relacionados.
Después de recuperarse de la infección por uno de ellos, el paciente adquiere inmunidad vitalicia contra ese virus, pero sólo una protección parcial y transitoria contra posteriores infecciones por los otros tres virus. Hay pruebas convincentes de que la infección secuencial aumenta el riesgo de contraer dengue hemorrágico”, o sea, si ya padeció alguno de los otros serotipos y más si ya padeció dos o tres de ellos, hay más posibilidades de que una siguiente infección sea la peligrosa variedad hemorrágica.
Para terminar, la OMS asienta que: “Las características clínicas del dengue varían según la edad del paciente. Los lactantes y niños pequeños pueden tener fiebre y erupciones cutáneas. Los niños mayores y los adultos pueden tener fiebre leve o la enfermedad invalidante clásica, de aparición brusca, con fiebre elevada, cefalea grave, (fuerte dolor de cabeza) dolores retrooculares, musculares y articulares, y erupciones cutáneas.
El dengue hemorrágico es una complicación potencialmente mortal que se caracteriza por fiebre elevada, a menudo con hepatomegalia (hinchazón del hígado), y en casos graves con insuficiencia circulatoria. A menudo empieza con un aumento brusco de la temperatura acompañado de rubor facial y otros síntomas gripales. La fiebre suele durar 2 a 7 días y puede llegar a 41 grados, acompañándose a veces de convulsiones y otras complicaciones”.
“En los casos de dengue hemorrágico moderado, todos los síntomas y signos mejoran una vez que ha cedido la fiebre. En los casos graves, el estado del paciente puede deteriorarse súbitamente tras algunos días de fiebre; la temperatura desciende, aparecen signos de insuficiencia circulatoria, y el paciente puede entrar rápidamente en estado de choque, falleciendo en 12 a 24 horas, o recuperarse rápidamente tras un tratamiento médico apropiado”.
“En el dengue hemorrágico, la atención médica prestada por médicos y enfermeros con experiencia sobre los efectos y la evolución de la fiebre hemorrágica puede salvar la vida del paciente, reduciendo la tasa de mortalidad de más del 20% a menos del 1%. El mantenimiento de la volemia (cantidad de sangre circulando en el cuerpo) es fundamental en el tratamiento del dengue hemorrágico”. No existe medicamento o vacuna específicos para el dengue. Cuídese.
Fuente: Por Esto!
29 de septiembre de 2011
No hay tratamiento para el dengue: OMS
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