19 de abril de 2012

Siguen corruptelas en la cárcel

No cesan los señalamientos de irregularidades en el reclusorio de la Isla de las Golondrinas, al ser filtrada la información en torno a que tres reos gozan del privilegio de contar con teléfonos celulares para su uso personal con los que extorsionan a familiares de presos, canonjía que les han permitido algunos celadores, toda vez que esta prisión quedó absolutamente en manos de policías estatales al ya no haber presencia de agentes del municipio.

Teóricamente el penal isleño no debería dar problemas por la poca cantidad de reclusos que alberga, 80 reos aproximadamente, a diferencia de la cárcel de Cancún o de Chetumal que cuentan con sobrepoblación de internos que supera la capacidad para la que fueron creadas.

El mini Centro de Readaptación Social (Cereso) de Cozumel, sigue siendo objeto de señalamientos provenientes de familiares de internos que acusan una existente complicidad entre celadores y algunos reos que gozan de privilegios como contar con teléfonos celulares con los que instrumentan extorsiones contra familiares a los que piden dinero con tal de no golpear a determinados internos.

Aducen que este privilegio, lo gozan internos identificados con los apodos del “El 18”, uno más conocido con el alias de “Moy”, y el tercero como Rafael Alberto Azueta Euán, (a) “Jack”, líder del autogobierno, los que están recluidos en el cuadro de lo que llaman el área general, un rectángulo cerrado al cual desembocan las catorce celdas que alojan a 45 reos, donde los militares y policías municipales, decomisaron teléfonos celulares y droga durante un operativo la semana anterior.

De la posesión de los teléfonos celulares en sus manos culpan a los celadores, toda vez que son los únicos encargados actualmente de hacer las “revisiones exhaustivas” a los familiares o gente que los visitan, por la razón de que ya no tienen la presencia de agentes de la Dirección de Seguridad Pública apoyándolos, a los que en varias ocasiones extrañamente hacían a un lado en las revisiones a determinados visitantes.

De los celadores, los que más desconfianza generaron son los dos “llaveros” que tenían, Domingo Carranza Aquino, (a) “Domingo”, y Manuel Tejero Salgado, (a) “Manuel”, ambos rotados a la ciudad de Chetumal el fin de semana anterior.
Estos dos policías estatales tenían las llaves para accesar a los diferentes espacios del penal, del llamado Cubo, el área de segregados, el patio general, el adyacente a esta área general y las canchas.

A pesar de que ya fueron cambiados los dos “llaveros”, la desconfianza permanece toda vez que consideran que Benjamín Campos Gómez, (a) “Abuelo” y/o “Belice”- compadre de Macedonio Varguez Góngora encargado del penal-, junto con Antonio Torres Alvarez, (a) “Comandante Torres”, son dos personajes que tienen que ver con anomalías que reinan en el reclusorio, que les ha valido ser apuntados en el pasado, de aprovechar la ausencia del encargado del penal para introducir bebidas alcohólicas destinadas a algunos presos, como se asegura que hicieron en diciembre pasado, cobrándoles una cuota por el favor.

Aseveran de la existencia de más droga en el penal, que la encontrada por las autoridades militares y municipales la semana pasada, que para obtenerla para consumo, es que usan los teléfonos celulares para extorsionar.

Fuente: Por Esto!

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