28 de mayo de 2012

Luchan por restablecer humedales

Uno de los ecosistemas que más tienen que cuidarse en Cozumel son los humedales, pues estas zonas engloban una gran biodiversidad de flora y fauna, además de servir como barrera ante el impacto de los huracanes.

Por eso, actualmente se realizan acciones para reforestar el mangle que ha sido arrasado en las costas durante los últimos años, trabajo que realizan desde la dirección de Medio Ambiente y Ecología.

El titular de esta dependencia, Rafael Chacón Díaz, indicó que el término humedales se refiere a una amplia variedad de hábitats interiores, costeros y marinos que comparten ciertas características, como que se inundan temporariamente además que son de gran importancia por los procesos hidrológicos y ecológicos que en ellos ocurren y la diversidad biológica que sustentan.

Las funciones ecológicas que desarrollan los humedales favorecen la mitigación de las inundaciones y de la erosión costera, además de los efectos de fenómenos como huracanes, prácticamente sirven como una barrera ante el impacto de los meteoros, aunado a que sustentan una importante diversidad biológica y en muchos casos constituyen hábitats críticos para especies seriamente amenazadas.

Diversas actividades humanas requieren de los recursos naturales provistos por los humedales y dependen por lo tanto del mantenimiento de sus condiciones ecológicas. Dichas actividades incluyen la pesca, la agricultura, el manejo de vida silvestre, el transporte, la recreación y el turismo, principal actividad económica de Cozumel. Actualmente en Cozumel se implementa un programa de reforestación de mangle en diversas zonas que han sido dañadas tanto por la erosión natural como por el impacto de fenómenos hidrometeorológicos, para lo cual se trabaja con niños de diversas organizaciones, quienes siembran las semillas de esta planta marina.

El mangle representa un factor importante en la conservación de los humedales que existen en la isla y que a lo largo de los años han protegido extensas zonas costeras de los embates de los huracanes, por lo que muchos organismos han pedido la denominación de la zona norte como Área Natural Protegida para ayudar a la conservación de este ecosistema y otras especies endémicas.

Chacón Díaz señaló que el mangle que se plantó, fue obtenido por medio de una colecta de plántulas vivas que fueron recogidas durante los programas de limpieza de playas, las cuales fueron sembradas en cajones de madera y se les dio cuidado y tratamiento especial a base de agua salada combinada con agua dulce, para lograr su crecimiento, equilibrio, sobrevivencia, además que puedan conservar sus nutrientes al momento de ser transferidas a su hábitat natural.

Fuente: El Quintanarroense

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