Se eleva la cifra de niños infractores

Ciudadanos están expuestos a pequeños delincuentes ya que cada día es más frecuente ver a menores de edad que están involucrados en robos a casa habitación o de motocicletas debido a que no pueden ser procesados legalmente, mientras que sus padres siguen protegiéndolos cuando la policía va por ellos o bien al ser detenidos estos aseguran que se trato de una equivocación y sus hijos son “blancas palomitas”.

El crecimiento se debe a que están aprendiendo que no pueden ser penados y sus padres tampoco responden por ellos convirtiéndose en un problema social.

A últimas fechas las autoridades policiacas tanto municipales como estatales han realizado detenciones de menores de edad por estar involucrados en diferentes robos, sin embargo, por tratarse de menores de edad no pueden ser procesados y se tienen que dejar en libertad.

El problema es que el número de menores infractores va en aumento sin que se pueda hacer nada por detener este problema que amenaza con salirse de las manos de las autoridades, ya que para el caso del robo de motocicletas han sido detenidos algunos de los responsables que resultaron ser menores de edad por lo que no se les pudo tener detenidos.

Sin embargo, se ha logrado saber que estos jóvenes son liderados por unos mayores, quienes les enseñan la forma de robarse las motos y desarmarlas rápidamente para vender las partes más importantes, además de explicarles que hacer en caso de ser detenidos, de tal forma que están adiestrados muy bien para recuperar rápidamente su libertad y seguir cometiendo los delitos.

Esta situación se está agravando en estas vacaciones de verano en la que los jóvenes tienen mucho tiempo de ocio y que son utilizados para cometer delitos a espaldas de sus padres en algunas ocasiones, aunque en la mayoría los mismos progenitores tienen conocimiento de a que se dedican sus hijos ya que los ven tener y gastar dinero sin que estén trabajando y cuando la autoridad intenta detenerlos, son protegidos por los mismos padres que aseguran que sus vástagos son inocentes y que es una equivocación.
El problema se complica más porque no hay una ley que haga responsables a los padres o tutores de estos menores por los delitos que cometen al no ser vigilados por los mismos.

Fuente: Quequi