18 de octubre de 2010

Proliferación de puestos invasores

Siendo el lugar para estacionarse una de las principales carencias en el lado oriental de la isla, el ayuntamiento está permitiendo que cada vez más puestos semifijos de artesanías de bajo costo y cobijas, se instalen en esos espacios, afectando a los turistas y estropeando el atractivo visual de la zona.
De la noche a la mañana, los escasos espacios donde turistas y locales podían estacionarse para ir a la playa en el otro lado de la isla, están siendo ocupados por puestos semifijos que las autoridades consienten, en detrimento de todos los demás.
Empezaron a la salida de las curvas al norte de Playas Box, también conocida como “Rastas” y ahora se han expandido a lugares como Playa Bonita y Punta Chiqueros, ocupando las pocas salientes que, a manera de cunetas, permiten a los vehículos estacionarse enfrente de las playas.
En Cozumel, la antigua carretera costera oriental, construida en la cima de una enorme duna, no cuenta con cunetas y en la mayor parte de su trazo, no hay superficie a los lados de lo que es la banda de rodamiento, haciendo imposible estacionarse.
Esa es una de las razones por las que unas playas son más populares que otras, porque en algunas hay, a los lados de la carretera, generalmente del lado de la selva, pequeños espacios de tierra maciza que permiten estacionar uno o varios autos.
Sin embargo, son precisamente esos espacios los que las autoridades municipales, abusando de su posición de administradores y actuando como si fueran dueños de la isla, han empezado a permitir que se usen para instalar estos puestos de baratijas que son una elocuente muestra del ingenio empresarial mexicano, que al parecer sólo consiste en poner un montón de coloridas y genéricas artesanías de bajo costo, poner de fondo algunas cobijas de producción masiva y sombreros “charros” de colores chillantes y dimensiones ridículas, para sentarse a esperar clientes y tratar de estafar a los incautos.
Porque esos puestos aparecieron ahí de la noche a la mañana, ahora mucha gente de la isla que desea acudir a las playas no podrá hacerlo o se verá en dobles dificultades para encontrar un rincón en el que estacionar su vehículo.
Los turistas también se ven afectados por esta situación y hasta algunos “tours” que aprovechaban esas pequeñas bahías de estacionamiento naturales, ahora ya no pueden hacerlo ya que en los hechos, la vía pública se ha privatizado.
Como las actuales autoridades del ayuntamiento que encabeza Juan Carlos González Hernández ya se van, han empezado a proliferar estos extraños e injustos permisos, los cuales son repartidos como continuas “excepciones” y como evidente pago de favores y lealtades políticas.
Lo que no han tenido en cuenta es que esta proliferación de vendedores en ese tipo de áreas, cuando se le deja implantarse, luego ya no se puede parar y se vuelve incontrolable como ha pasado en innumerables destinos turísticos.
El acercamiento de “Paula” dio la oportunidad de ver lo que ocurre cuando quitan esos puestos invasores: los turistas usan los pocos espacios para estacionarse e ir a la playa, pero el gusto sólo duró un día y ahora, los puestos han vuelto.
Como si de una garantía de impunidad se tratara, los nuevos puestos semifijos que han aparecido en la costera oriental, ostentan la propaganda de los candidatos ganadores en las pasadas elecciones estatales, y no hay quien les ponga un alto.

Fuente: Por Esto!

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