A la basura se fueron 580 mil pesos de la comuna, luego que en el 2009 se comprara una pipa, teóricamente nueva, que únicamente operó 22 días, luego fue llevada a reparación a un taller mecánico que desde hace poco más de un año dejó de funcionar. En este predio se quedó el vehículo deteriorándose y desmantelado, sin que hasta ahora nadie se haya hecho responsable de la situación y desde el ayuntamiento planean darlo de baja, es decir, venderla como chatarra. La compra de la unidad fue solicitada desde la Dirección de Servicios Públicos y la autorizó Carlos Isabel Mendoza Quijano que fungía en aquel entonces como contralor y ahora es el subcontralor del municipio.
Fuentes confidenciales detallaron que esta pipa fue solicitada por José Rafael Quiñones, a cargo de la Dirección de Servicios Públicos en aquel tiempo, la intención de la compra era para destinar la unidad al servicio de riego a las jardineras y camellones que dividen las arterias de las diferentes avenidas de la ciudad, por ello se elaboró el documento de solicitud enviado a la Contraloría municipal teniendo como titular en ese entonces a Carlos Isabel Mendoza Quijano, que en su calidad de contralor dio el visto bueno a la petición y aparentemente contactó a un vendedor radicado en Naucalpan, Estado de México de nombre Alfredo Elías Buces, de la empresa “Partes Industriales”.
“La pipa nueva con capacidad de 10 mil litros”, según cita la factura 352 fue expedida el 21 de agosto del 2009 por la empresa vendedora al momento en que al ayuntamiento pagó al contado por el vehículo la cantidad de 580 mil pesos, de un camión marca International, de color blanco, serie 3HTNAAAR61NO11456, número de motor 470HM2U1265280, asignada al servicio de aseo urbano.
El 4 de septiembre de ese mismo año, desde el taller del ayuntamiento le hicieron saber a José Rafael Quiñones, mediante un oficio, una serie de desperfectos que tenía el camión desde que se realizó la compra, sobresaliendo datos como que la bomba tardaba en funcionar al extraer agua, el motor emitía ruidos extraños, fugas en el radiador, una de las seis llantas ponchada y las restantes cinco desgastadas, que se supone no deberían estar así debido que la unidad fue adquirida como “nueva”.
Asimismo una empresa particular le hizo un diagnóstico a la unidad en el que indica que el motor tenía aceite contaminado con trozos de metal, “golpeteo del motor”, exceso de humo, falta de potencia, cabezote fisurado en el cuarto cilindro que presentaba huellas de haber sido soldado previamente, bujes de biela totalmente rotos, anillos de pistón rotos, fuga de aceite por retén trasero de cigüeñal, y aceite contaminado del motor con agua de radiador (anticongelante), entre otras cuestiones.
A decir de las fuentes, el vehículo en cuestión solo trabajó 22 días, porque el motor presentó una falla que lo inmovilizó y lo envió directamente al taller mecánico, extrañamente no al del municipio sino a uno particular ubicado aproximadamente en el kilómetro 3.5 sobre la carretera transversal en el que lejos de repararlo, fue desmantelado de su motor, las seis llantas, la caja de velocidades y lo que se pudiera. Ahora luce en serio estado de abandono entre la maleza, puesto que incluso este taller de dudosa confiabilidad dejó de operar hace un año aproximadamente.
Se desconoce porqué Carlos Isabel Mendoza Quijano, aprobó la compra de este vehículo en esas condiciones y en esa cantidad, también se ignora porqué no exigió la garantía de la unidad y nadie hasta el momento ha dado una explicación de este asunto que parece estaba guardado.
Trascendió que a esta unidad la piensan dar de baja del inventario de la comuna para poder venderla en calidad de chatarra de la misma forma como vendieron recientemente un lote de motocicletas.
Fuente: Por Esto!
2 de agosto de 2011
“Pipa” comprada como nueva, era chatarra
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