6 de agosto de 2011

Más responsables en el caso de la “pipa” chatarra

“La Dirección de Patrimonio Municipal debió haber verificado físicamente la pipa adquirida como nueva, antes de haberla entregado a resguardo de la Dirección de Servicios Públicos Municipales, ya que tienen la obligación de hacerlo, además de que la Contraloría debió vigilar el correcto uso del patrimonio municipal (la pipa), lo que no se hizo y a la basura se fueron los 580 mil pesos invertidos para la compra de este camión que no era nuevo, sólo estaba recién pintado cuando se entregó”, dijeron fuentes extraoficiales del ayuntamiento.

La información proporcionada señala primeramente que antes de que la Zofemat eligiera la opción de adquirir esta pipa, un proveedor de nombre Aarón Burgos le trajo al municipio un vehículo nuevo de estas características, que estuvo sólo por catorce días en Cozumel y por alguna razón desconocida se lo llevaron nuevamente. Fue en eso que se eligió la opción presentada por Alfredo Elías Buces, de la empresa “Partes Industriales”, que “ofertó” la unidad supuestamente nueva, modelo 2008, en 580 mil pesos, lo que pareció buena opción a las autoridades de Zofemat y la compraron el 21 de agosto del 2009, para destinarla al área de aseo urbano.

Sin embargo, las fuentes afirman que al arribar el vehículo en cuestión presentaba únicamente pintura nueva, porque varias partes acusaban de se trataba de un camión usado y no nuevo como aseguraba la factura, y afirman que corrió a cargo de personal de la Dirección de Patrimonio Municipal hacer la verificación física del vehículo antes de darle de alta en el sistema el 4 de septiembre del 2009 y proporcionarle el estatus de un bien del ayuntamiento.

En entrevista pasada, Luis Fernando Marrufo Canto, director de Patrimonio municipal, manifestó que “tuvimos conocimiento de la pipa a mediados del mes de agosto cuando nos mandan una copia de la factura y el 4 de septiembre le dimos de alta en el sistema, ya se le pone su número de inventario, se le da de alta, y firma en resguardo la persona que va a tener a cargo este vehículo, en aquel entonces estaba José Rafael Quiñones, que era el director de Servicios Públicos Municipales, él tenía a cargo esa pipa”.

Se sabe que ese mismo día José Manuel Rangel, que en ese entonces ocupaba el cargo de jefe del taller mecánico del ayuntamiento, redactó un escrito dirigido a José Rafael Quiñones, que era director de Servicios Públicos, especificándole diversas anomalías que presentaba la unidad, resaltando entre varios puntos que las seis llantas estaban desgastadas y la de refacción estaba ponchada, evidenciando la compra.

Citan las fuentes que la Contraloría Municipal debió, como parte de sus funciones, vigilar el correcto uso del patrimonio municipal, lo que no hizo, porque el camión está abandonado y desmantelado hace más de un año, en el interior de un predio que funcionó como un taller mecánico de dudosa confiabilidad, y que, a decir del mismo ex contralor Carlos Isabel Mendoza Quijano, sabe que el motor de la unidad se encuentra en la ciudad de Mérida, Yucatán, pero no conoce en qué taller.

Fuente: Por Esto!

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