30 de septiembre de 2011

IMSS impotente ante el dengue

"Por unos minutos creí que moriría, pero nunca demostré mi temor a irme, porque siempre pensé en que tenía que salir de esta enfermedad por mis hijas", así lo refirió Ana Rodríguez Pérez, portadora de la Fiebre Hemorrágica por Dengue (FHD), quien ante su estado de gravedad, solicitó salir de manera voluntaria del IMSS para trasladarse a una clínica particular, tras de que un médico le reveló: "aquí no hay el medicamento para sanarla, pero tenemos prohibido decirlo".

Como se recordará, el pasado miércoles familiares de Ana Rodríguez Pérez fueron entrevistados por este medio de comunicación afuera del Seguro Social, toda vez que aseguraron que la atención en dicho hospital era pésima, además de que carecía de camas y medicamentos para que fueran atendidos sus familiares.
Sin embargo, la noche del mismo jueves, un médico del Instituto Mexicano del Seguro Social, se acercó al esposo de Ana Rodríguez, quien presuntamente le manifestó de la gravedad del estado de salud de la paciente, al tiempo que le refirió sobre las carencias de medicamentos y de espacios en el nosocomio, por lo que tomaron la decisión de trasladarla a un hospital privado.

Con lentitud, aunque con un poco de mejoría, Ana Rodríguez Pérez, de 26 años de edad, quiso compartir con la comunidad, a través del POR ESTO! su situación y lo que sintió antes de que fuera internada.

La entrevistada que se encuentra reposando en la cama de la habitación H-2 de la clínica particular Islamed, con un pabellón que cubre su cama, así como un suero a un costado, refirió que es maestra de zumba en la colonia CTM, donde cree que pudo haber sido picada por algún mosquito transmisor del dengue hemorrágico.
Especificó que el pasado lunes comenzó a sentir dolor corporal, pero creyó que se trató de la rutina de baile que había enseñado a sus alumnas; sin embargo, dijo que “en la noche sentí un horrible dolor de cabeza, tanto que no lo aguantaba, además de calenturas que me daban escalofríos”, por ello acudieron con el médico particular a quien dijo que conoce como Moguel, quien le solicitó hacerse unos análisis.

Sin embargo, al tener los resultados, comprobaron que tenía alrededor de 78 mil unidades de plaquetas, por lo que el médico le aplicó una inyección de la cual sintió mejoría en su cuerpo, además de que le recetaron paracetamol.
“De repente me volví a sentir mal, me dolía horrible la cabeza, los ojos me ardían, el dolor del cuerpo era como cuando haces mucho ejercicio, creo que por eso pasa desapercibido en las personas, además el dolor en el abdomen es incomparable, hasta peor que un parto”, comentó la paciente, quien reposó otros minutos mientras un enfermero le checaba la presión y observaba que el suero estuviera aplicándose directa y adecuadamente.

Rodríguez Pérez compartió que al acudir de nueva cuenta con el mismo médico Moguel, le solicitó una biometría hemática y fue ahí que corroboraron que tenía 13 mil unidades de plaquetas, por lo que la exhortaron a internarse. Al respecto, el esposo de la paciente acudió al Seguro Social, donde la mantuvieron en el pasillo del área de Urgencias con suero y una sola inyección que se le aplicó, hasta que un médico (conocido suyo, del cual no proporcionaron el nombre para no meterlo en problemas) les dijo que estaba muy delicada, pero que era mejor que la trasladaran a una clínica particular, ya que aunque no estaba autorizado para informar, había escasez de la solución Hartmann (que sirve para estabilizar la presión), o sea el hospital no contaba con los recursos para poder estabilizar la presión y las plaquetas de los pacientes.

Fue por ello que acudieron a la clínica particular Islamed, donde inmediatamente la atendieron y ha mostrado mejoría, según los médicos, ya que de las 13 mil unidades de plaquetas, ha podido subir a poco más de 20 mil unidades.

Fuente: Por Esto!

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