POEL “a modo” para cada proyecto

El Cabildo de Cozumel, mediante una simple votación a mano alzada, modificó preceptos clave del plan de ordenamiento ecológico para permitir no solamente el proyecto del parque eólico sino cuatro proyectos más, todos los cuales, requerían que se hicieran modificaciones a modo para poder ser autorizados.
Desde el momento mismo que la presente administración municipal inició funciones, en abril del año pasado, se puso en marcha el plan para modificar ciertos preceptos legales e impulsar así determinados proyectos.
El problema, es que estos desarrollos contravienen lo que originalmente señalaba el Plan de Ordenamiento Ecológico Local (POEL) de la isla de Cozumel que, para entonces, tenía apenas tres años de haber sido creado a un costo millonario para el municipio y con los servicios de ‘Multicriteria’ la consultora ambiental del prestigiado científico Alfredo Cuarón Orozco.
Aunque se supone que un Plan de Ordenamiento Ecológico Local (POEL) es un documento producto del trabajo de especialistas que, teniendo en cuenta criterios científicos, determinan lo que es viable o no es viable hacer en el lugar de que se trate, en este caso la isla de Cozumel; resulta que ese trabajo, puede ser modificado a conveniencia por el Cabildo del municipio, que en tales casos invoca la ‘autonomía municipal’ y el artículo 115 constitucional que define las atribuciones de los municipios.
Así, estos ordenamientos que en teoría deberían servir para que a los municipios no se les hagan imposiciones onerosas desde los poderes superiores (como imponernos la extracción de arena o el parque eólico porque ‘ya lo aprobó la federación’), los regidores los usan para demoler las protecciones legales que determinaron, tras un exhaustivo trabajo científico, lo que era viable hacer en la isla y lo que no.
Los proyectos que avaló el cabildo fueron: el de los aerogeneradores, que provocó el repudio generalizado de los cozumeleños; el “Punta Arrecifes Resort” de la familia Barbachano y Donald Trump; el de la creación de un “hotel boutique” y cabañas “ecológicas” en la zona de la Isla de la Pasión y la creación de una escuela de tabla vela, también en la costa norte.
De entre estos destacan el parque eólico y el Punta Arrecifes, ya que para permitir esto, los regidores debieron modificar criterios muy sensibles.
En el caso de Punta Arrecifes, derogaron la prohibición de meterse con el relieve de la isla modificando su línea de roca costera y permitieron la eventual construcción de canales que se adentren a la isla desde el mar y permitan el desarrollo de lujosas residencias con sus propios muelles.
En el parque eólico, cambiaron la redacción de los conceptos de generación de energía que originalmente mencionaban la necesidad de fomentar la energía alternativa, pero a nivel de autoconsumo, para elaborar una nueva redacción más vaga que admitiera interpretaciones más amplias, además de permitir el desmonte de los caminos y las líneas de postes para sacar la energía de la isla.
Todo esto, mediante una simple votación de mano alzada por parte de personas que, como nuestros actuales regidores, promedian un nivel de estudios de secundaria y desempeñan sus actuales puestos porque se les incluyó en una lista como un favor de sus partidos, no como una decisión de los ciudadanos.

fuente: Por Esto!