9 de enero de 2013

Crimen organizado 14 PGJE 0

Suman a la fecha 14 ejecutados en la isla de Cozumel por vínculos con el narcotráfico, en una de estas ejecuciones se tiene a dos presuntos responsables detenidos, aunque a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) le faltó recuperar elementos clave en su contra para fincarles la responsabilidad. Existe otro caso en que de dos detenidos que había, uno ya salió libre por falta de pruebas y el otro confía en salir exonerado. De la más reciente ejecución, las autoridades de la PGJE aducen contar con pistas del autor material, sin embargo, hasta ahora no han realizado ninguna detención al respecto.

El flagelo de las ejecuciones producto de actividades relacionadas con el narcotráfico alcanzó a la otrora Isla de Paz la tarde del 13 de julio del 2008 al ser ejecutado de cinco balazos Juan Fernando Flores Meléndez, (a) “Wacash” en la puerta del domicilio de quien en ese momento era su pareja sentimental Ana Lilia Santana Martínez, (a) “Wacasha” hoy presa en el penal de Cozumel bajo los cargos de delitos contra la salud.

Lo que nunca se imaginaron los cozumeleños que llegaría a estas tierras que no había vivido un episodio similar, es que vendrían hasta este naciente 2013 otras trece ejecuciones adicionales, bajo el sello mismo del narcotráfico, de los que a diferencia de Cancún, en la isla de Cozumel no se tiene en prisión a ninguno de los verdugos sentenciados, sólo expedientes abiertos sin que se investiguen por parte de la Policía Judicial del Estado (PJE) y que podrían permanecer en esa condición varios años más.

Noé David Magaña Góngora, (a) “Bob”, fue el siguiente ejecutado el 19 de julio del 2009, a este tirador de droga un sicario le disparó en dos ocasiones al cuerpo y aunque pudo llegar al Hospital General en busca de ayuda finalmente pereció en la clínica instantes después de haber llegado.

De esta ejecución la PJE detuvo un mes después a Jesús Alberto Alfaro Santos, (a) “Coco”, que tiem
po después fue exonerado por el juez penal al no encontrarle elementos que lo vinculen con el asesinato.
El cuarto caso estuvo enmarcado con un método distinto a las primeras dos ejecuciones, ya que fueron cuatro las personas a las que dieron piso sin disparos de arma de fuego y las encajuelaron, la versión oficial fue que los mataron a golpes, debido a que intentaron adentrarse a la plaza a vender drogas, sus nombres son Humberto Manuel Gómez Castillo, Héctor Manuel Gómez Castillo ambos de Cancún, José Fernando Medina Osorio, (a) “Pii”, y Javier Alamilla Loría, estos dos últimos de Cozumel.

Otro caso sucedió amaneciendo el 6 de junio del 2010, al momento en que Ricardo Mauricio Chí Balam, (a) “Cid”, fue ultimado al preciso instante que manejaba una camioneta tipo Windstar en las inmediaciones del mercado municipal, ahí se le acercó un sicario a bordo de una motocicleta y le disparó a quemarropa en una ocasión a la cabeza.

Poteriormente durante la madrugada del 7 de agosto del 2010, tirados en la calle y ejecutados con armas de fuego terminaron Wilberth Enrique Fernández Hernández, (a) “Wilo” y Jerson Cárdenas Canul, (a) “Jerson” a este último le dieron muerte por error ya que los sicarios iban por su acompañante al que llevaba a bordo de su automóvil particular.


La muerte volvió a rondar Cozumel la madrugada del 10 de julio del 2011, cuando a unos 100 metros del palacio municipal donde se ubica el cuartel de la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito, sicarios a bordo de una motocicleta le dispararon dos balazos a Jorge Alfredo Muciño Gutiérrez, (a) “Mara”, que murió once horas después en el Hospital General por los daños que le provocaron los proyectiles.

De esta ejecución la PJE capturó días después a Martín Jesús Marrufo Polanco, (a) “Danés” y/o “Gato”, y a Rafael Alberto Azueta Euán, (a) “Jack”, este último recuperó su libertad a mediados del año pasado al no hallarle el juez elementos que lo vinculen con el asesinato, mientras que la defensa del otro implicado confía en que pueda salir en libertad este año.

Ya el 9 de diciembre del 2011, se llevó a cabo la penúltima ejecución de Jorge Santiago Mex Soberanis, (a) “Peque” y/o “Peje”, al que le dispararon dos veces en la cabeza por un sicario que el argumento oficial indica que viajaba en motocicleta con un acompañante.

Ese día la PJE capturó a Meller Hiller Puc, (a) “Meller” y a Ricardo del Carmen Rodríguez Chi, (a) “Uces”, los que permanecen en el penal al estar sujetos al proceso en su contra.

A esta lista se suman los nombres de Carlos Yair Cohuó Pérez, (a) “Satanás” y Jorge Antonio Villanueva Osorio, (a) “Camotes”, a los que la versión oficial de la PGJE ya dio por muertos y que están enterrados en el patio de un terreno de una casa aún no identificada.

El último caso de ejecución fue el de Luis Baltazar Maldonado Amezquita, (a) “Bato”, al que ultimaron a golpes apenas un par de días de su “levantón” de acuerdo a la información de Servicios Periciales de la PGJE.

En tres de las ejecuciones la PGJE ha dirigido sus líneas de investigaciones hacia narcomenudistas locales como los autores materiales, sin hablar de la posibilidad de que gente foránea haya viajado a la isla de Cozumel a cometer los ajustes de cuenta y al hacerlo logran salir de inmediato.

Independientemente de estas catorce ejecuciones la noche del 10 de noviembre del 2012 fue baleada la casa de la narcomenudista Jazmín Arjona Basto, (a) “Campanita”, posteriormente dispararon afuera de la vivienda de sus secuaces, un grupo de tiradores conocidos como los “Maseros”, sin embargo, las investigaciones de la PJE han resultado estériles por no dar resultados contundentes que deje tranquila a la sociedad cozumeleña.

Fuente: Por Esto!

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