Cozumel: de la envidiable estabilidad a la crisis de gobernabilidad

Cozumel está al borde de la ingobernabilidad y a las puertas de su primer conflicto social. Desde hace tres quincenas los trabajadores municipales no reciben completo su pago y amenazan que de seguir la situación como va, en octubre iniciarán paro de labores. Las condiciones precarias de las finanzas municipales en parte se deben a que Aurelio Joaquín, el actual presidente municipal, engrosó la nómina municipal con mil nuevos puestos de trabajo y obligó con ello al gasto de 420 millones de pesos anuales para el pago de salarios. La cantidad supera lo que ese Municipio recauda de ingresos propios y es superior en 120 millones de pesos a lo que recibe de participaciones federales. Además de las malas administraciones que han llevado al Ayuntamiento al colapso con sus deudas y saqueos, hoy la industria de cruceros deja una derrama económica 50 por ciento menor a la de cuatro años atrás y aporta la mitad del número de empleos directos que generaba. El panorama es crítico, y tanto en el sector público como en el privado hay dificultades: cuatro de cada 10 negocios han cerrado sus puertas en los últimos dos años. En el Municipio cuna de cuatro de los siete gobernadores que ha tenido el Estado y donde reside la familia política más poderosa de la entidad, a la que pertenece el alcalde Aurelio Joaquín, mejor conocido como “Lito” –y como el rey de la vida leve-, se gesta una crisis nunca antes vista que podría ser el preludio de lo que ocurriría en los demás Municipios, paralizados por la insolvencia y establecidos en la casi absoluta inutilidad.

Por Emmanuel Martínez

Cozumel es considerado el principal destino de cruceros del país y era el Municipio con el crecimiento económico y la vida social y política más estable y confortable de Quintana Roo, entre otras cosas porque no padecía las marejadas migratorias de las ciudades continentales del Caribe mexicano, porque reinaba la convivencia vecinal pacífica, porque en mayor medida se respetaba el patriarcado del clan Joaquín, y porque las disputas políticas no derivaban en enfrentamientos entre los sectores populares. Pero las pésimas gestiones municipales panistas y priístas de la última generación de políticos cozumeleños han llevado a la bancarrota las finanzas de la comuna, y tienen hoy día al Municipio, que es cuna de cuatro de los siete mandatarios estatales que ha habido en la corta historia del autogobierno en el Estado, en el umbral de una crisis política y de ingobernabilidad cuyo horizonte es de sobresaltos institucionales y graves conflictos sociales y de inseguridad.

Fuente: Estos dias .com .mx